Un reportero del diario La Voz fue agredido por funcionarios de la Guardia Nacional cuando se encontraba cubriendo una protesta de damnificados en las adyancencias de la plaza Wasghinton de El Paraíso en Caracas.
Los habitantes del refugio Simón Bolívar decidieron trancar la avenida Páez, en ambos sentidos, para exigir solución habitacional alegando que ya se cansaron de vivir en «condiciones infrahumanas». Durante el acontencimiento, llegaron los efectivos castrenses disparando perdigones contra los manifestantes e hiriendo a dos de ellos.
En plena cobertura de los hechos, el fotógrafo Jaime Manrique fue sorprendido por los uniformados quienes lo sometieron y decomisaron la cámara de forma violenta «me la arrancaron de la mano y destrozaron la memoria sin mayor explicación. Así como me obligaron a bajar los pantalones, mientras me insultaban», señaló.
«A nosotros nos mandó Chávez a atacar a los periodistas y todo aquel que se nos atravesara», fue unas de las frases que pronunció uno de los funcionarios cuando se disponía a dejar en libertad al reportero de La Voz.