Luego del suceso acaecido este martes en la Universidad Central de Venezuela, varios grupos de estudiantes manifestaron frente al Rectorado, a fin pedir la implementación de nuevas medidas de seguridad para evitar que situaciones de violencia se repitan dentro del recinto académico
Luego que un hombre fuese asesinado dentro de la Universidad Central de Venezuela en horas del mediodía del pasado martes, un grupo de estudiantes protestó este miércoles a las afueras de su Rectorado en repudio a este y los diferentes hechos de violencia que se han venido perpetuado en el recinto académico. Exigieron que se implementen medidas de seguridad que le garanticen sosiego y resguardo a la comunidad universitaria.
William Gil, consejero universitario y vocero del movimiento 100% ucevistas, solicitó la discusión, implementación y refuerzo de mesas del trabajo con la dirección de seguridad de la institución, las autoridades académicas, los estudiantes y representantes del Ministerio de Interior y Justicia, para que propongan planes que disminuyan la incidencias delictivas.
“Queremos que se evalué el acceso a las motos a recinto, generar el control de acceso con identificativos en los vehículos. Además pedimos que se haga una consulta a la comunidad ucevista sobre la implementación de rejas en las tres diferentes entradas, para resguardar los bienes durante las vacaciones y a quienes se encuentren todavía haciendo vida académica”, recomendó.
En cuanto a las constantes denuncias sobre el consumo de sustancias ilícitas y estupefacientes dentro del campus, el representante estudiantil señaló que solicitan la intervención de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) para atacar este problema.
Respetan autonomía
Gil, explicó que aunque necesitan el apoyo de las fuerzas de seguridad públicas para combatir las acciones del hampa dentro de la universidad, piden se respete el principio de autonomía. Mas afirmó que es necesario el trabajo mancomunado con la implementación de puntos de control en las entradas y salidas del reciento.
“Cuando estaba en ejercicio el ministro Tareck El Aissami, contábamos con el trabajo mancomunado de la vigilancia interna y los efectivos policiales -respetando siempre los limites autonómicos- y se lograron disminuir los índices delictivos. Luego, por alguna razón que aún desconocemos, estos fueron eliminamos. Por eso ahora exigimos que se vuelvan a instaurar estos canales de comunicación y cooperación”, expresó.
Sobre la disposición de los módulos que fueron convenidos desde el pasado jueves con Alejandro Kerelis Bucarito, viceministro de Interior y Justicia, el estudiante explicó que estos no han sido instalados, a pesar de que fueron prometidos para iniciar sus labores desde el pasado lunes.
“No sabemos cual es el problema, pero todavía no han iniciado. Además nos sorprende que después del asesinato perpetuado ayer (martes), ni se han pronunciado… De haber existido el modulo de seguridad de la Guardia Nacional en la entrada que le correspondía, quizás no se hubiese evitado el crimen, pero seguramente habían logrado capturar a los culpables”, enfatizó el joven.
Iluminación deficiente
Por otro lado, enumeraron una serie de problemas presentes en la institución y resaltaron la poca o escasa iluminación que existe en los pasillos y edificios, la cual crea condiciones que se prestan para cometer las acciones criminales; por lo que entregaron al viceministerio de Políticas Estudiantiles un proyecto de iluminación, para que sea estudiado y próximamente implementado.
“El déficit presupuestario que tienen la universidad sumado a la devaluación de la moneda, nos deja prácticamente de manos atadas. Entendemos que El Ministerio de Educación Universitaria no tiene potestad dentro de nuestra casa de estudios, pero necesitamos su ayuda para iluminar nuestro campus y evitar delitos a partir de las 6:00 pm que es cuando estamos más propensos al hampa”, concluyó.
Vigilancia insuficiente
Hilda Rubí González, estudiante de medicina de la Universidad Central de Venezuela, explicó que el cuerpo de seguridad interno sólo aplica funciones de prevención, así como de control y orientación, por lo que no están capacitados para combatir la delincuencia cuando está implicadas el uso de armas de fuego, por lo que requieren el trabajo mancomunado con los fuerza policial.
De la misma forma, señaló que debido al déficit presupuestario que aqueja a la casa de estudios, existe insuficiencia de personal de vigilancia, pues aseguró que la nómina sólo refleja 800 trabajadores, de los cuales un aproximado de 200 están de permiso por diferentes motivos o disfrutando de vacaciones.
Anabel Barrios Díaz / abarrios@diariolavoz.net