El Gobierno es favorable a abrir un debate sobre el subsidiado precio de la gasolina, la más barata del mundo, algo que la oposición y expertos ven como preámbulo de un encarecimiento para oxigenar las finanzas públicas, pese a los desmentidos oficiales.
Varios ministros han destacado la necesidad de debatir sobre el uso y el precio de la gasolina, que se mantiene invariable desde 1996 y que se cotiza en 0,01 centavos de dólar el litro, algo que ya había sido calificado de «ridículo» por el propio presidente Hugo Chávez en 2007.
Con el precio actual, el costo de una taza de café en Venezuela es mil veces más caro y el de una botella de agua es 700 superior al de un galón de 95 octanos, la categoría «premium».
Economistas venezolanos aseguran que, tras la reciente devaluación de casi 32% del bolívar frente al dólar, el gobierno está preparando el terreno para aumentar el precio de la gasolina y enfrentar un hueco fiscal, que ubican entre 14 y 16% del PIB este año.
«Cuando uno va a la estación de servicio, a veces, da una propina que es mayor a lo que se está pagando. El regalado se tiene que acabar, y la gente tiene que pagar. En toda nuestra cultura rentística prevalece esto», aseguró el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, al abordar este tema, considerado tradicionalmente tabú por el costo político que podría acarrear.
El ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, aseguró posteriormente que un aumento de la gasolina «no nos hace falta, pero la discusión del uso que hacemos, no sólo de la gasolina, sino de todos nuestros recursos energéticos hay que hacerla. Lo hemos dicho, estamos despilfarrando un recurso natural que es escaso en todo el mundo», dijo.
El país sudamericano produce un promedio de tres millones de barriles diarios (mbd), según datos oficiales, aunque la OPEP sostiene que la oferta de crudo del país es de 2,3 mbd.
Ramírez ubicó la demanda diaria en 635.000 barriles, es decir, un venezolano consume cada año cerca de 9,7 barriles de combustible, mucho más que en Argentina (5,34 barriles) o Brasil (3,71), según un estudio de la firma Ecoanalítica.
El experto petrolero Rafael Quiroz desestimó no obstante el análisis del ministro: «Si hay derroche es porque hay precios bajos», sostuvo.
Un reciente estudio elaborado por el analista venezolano Nelson Hernández arroja que el subsidio a la gasolina en Venezuela fue de 13.170 millones de dólares en 2011, lo que representó el 4,4% del Producto Interno Bruto del país.
«Al no aumentar la gasolina y por vivir en una economía con inflación, cada vez pagamos menos por la gasolina. Ese ‘beneficio’ tiene un costo inmenso para el país, costo que se ve reflejado por el gigantesco subsidio que hay que realizar para hacer que la gasolina sea cada vez más barata», explicó el analista de Henkel García, previendo un aumento de los precios.
Tras la devaluación, el vicepresidente, Nicolás Maduro, anunció que el gobierno tomará nuevas medidas económicas, algo que la oposición también consideró como un anticipo al aumento de la nafta.
El presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, el oficialista Ricardo Sanguino, descartó no obstante esa posibilidad y negó que el Gobierno prepare una «campaña» para justificar un alza de los precios de la gasolina.
Unos 12 partidos oficialistas, alineados en el Comando Carabobo, solicitaron por su parte a Giordani aumentar el precio de la gasolina, porque el costo actual representa un «gran derroche de dinero» para el país, reseñó el jueves el diario Últimas Noticias.
La última vez que se incrementó la gasolina en Venezuela fue en 1996, cuando se elevó su precio en 500%.
Los venezolanos recuerdan al aumento de la gasolina como el detonante del llamado «Caracazo» en 1989, una revuelta popular que generó cientos de muertos durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez. «Aumenten la gasolina y se caerá el gobierno. Háganlo y verán lo que aquí va a pasar», advirtió el politólogo Miguel A. Jaimes en el sitio www.aporrea.org, una plataforma ideológica chavista.
AFP