PARIS. Los franceses están en peligro: siete integrantes de una familia, incluidos cuatro niños, fueron secuestrados esta semana en un parque nacional en el norte de Camerún.
Con esa captura, Francia agrega otros dos países a la creciente lista de excolonias consideradas peligrosas para visitar. Ya son 15 de sus ciudadanos los que han caído cautivos en el noroeste africano ya sea por la rama norafricana de al-Qaida o los grupos terroristas aliados. Estados Unidos, con 9 rehenes en manos de grupos asociados con al-Qaida en el mundo, está en segundo lugar, según IntelCenter.
Algunos de los motivos:
— La intervención de Francia en Mali para desalojar a los extremistas vinculados con al-Qaida. Aun antes de la ofensiva francesa en enero, los extremistas islámicos amenazaron en octubre «abrir las puertas del infierno» para los ciudadanos franceses. «No podrán contar los cadáveres de los expatriados franceses en el Africa occidental y por doquier», amenazó Oumar Ould Hamaha, un vocero del grupo islamista MUJWA, después que Francia promovió la resolución de las Naciones Unidas de desalojar a los milicianos.
— Uranio, gas, petróleo: La influencia empresarial francesa en sus excolonias se mantiene firme. Entre las víctimas de secuestros se cuentan empleados de la compañía nuclear francesa Areva que fueron capturados en una mina de uranio en Níger. GDF, el conglomerado gasífero francés, confirmó que un empleado y su familia fueron capturados en Camerún. Y Total, la compañía petrolera francesa, ha sido una de las principales extractoras en Nigeria durante décadas.
— Rescates: Vicki Huddleston, ex embajador de Estados Unidos en Mali, reveló recientemente que Francia pagó un rescate de 17 millones de dólares para liberar a los rehenes capturados en el ataque a Areva, dinero que, según dijo, financió a los milicianos islamistas que ahora combaten. Funcionarios franceses desmintieron haber pagado rescate, pero algunos expertos y otros funcionarios estadounidenses dicen que una política de pagos por medio de intermediarios ha hecho muy lucrativa la captura de franceses.
Lori Hinnant / AP