La lista incluye transnacionales de Estados Unidos, Colombia y España e incluso empresas de países socios del Mercosur, en el que Venezuela busca priorizar su comercio tras su reciente ingreso, sienten el impacto de la pérdida de valor de la moneda local.
El 13 de febrero, entró en vigor la quinta devaluación en diez años en el país, al pasar de 4,3 a 6,3 unidades por dólar.
El efecto inmediato de la devaluación se apreciará para consumidores y empresas para el primer trimestre del año, coinciden analistas, que advierten sobre el encarecimiento de los productos importados con un bolívar más barato.
«La devaluación del bolívar afecta en general a todos los países proveedores de Venezuela, porque encarece de manera importante los productos para el consumidor final. En una primera etapa desincentiva la demanda», aseguró a la AFP Magdalena Pardo, directora de la cámara de comercio colombo-venezolana.
Pardo advierte también que el fortalecimiento del control de cambio, que rige en Venezuela desde hace una década, es otro factor que golpeará a las empresas.
«Se vislumbra que exportar productos hacia Venezuela va a requerir de permisos muy dispendiosos de obtener. Ese sistema ha sido concebido para las importaciones prioritarias para Venezuela, pero queda abierta la pregunta, cómo se hará con las no prioritarias», explicó.
Al anunciar la devaluación, el gobierno eliminó el Sitme, un sistema muy usado para importaciones de bienes no prioritarios, dejando únicamente activo el llamado Cadivi para todas las transacciones en dólares.
El gobierno venezolano ha enfrentado mayor escasez de productos y a la vez un «boom» en las importaciones, que cerraron en un récord de 56.000 millones de dólares en 2012, según el Banco Central (BCV).
En cambio, las exportaciones no petroleras llegaron a 2.388 millones de dólares el año pasado, mientras las de crudo ascendieron a 122.000 millones en 2011, según las últimas cifras oficiales.
Algunas de las grandes empresas que operan en Venezuela han divulgado los costos por devaluación. La española Telefónica calculó que la pérdida de valor del bolívar les costará 584 millones de dólares y estimó una disminución de sus activos netos por más 1.000 millones de dólares en el país.
Sin embargo, analistas de la sociedad española de corretaje Renta4 califican de «limitado» el impacto de la devaluación en las compañías españolas en Venezuela.
Así, la petrolera Repsol tiene un 11% de su producción en Venezuela pero «al tratarse del negocio de ‘upstream’, los ingresos están dolarizados», según esta sociedad.
Algunas tras nacionales de Estados Unidos, primer socio comercial de Venezuela debido a su comercio petrolero, también han estimado pérdidas para 2013.
Colgate-Palmolive, empresa que advirtió una disminución en sus ganancias por «problemas laborales» en el último trimestre de 2012, calcula pérdidas por 120 millones de dólares para el primer trimestre del año.
En el área petrolera, Halliburton, estima pérdidas por 30 millones, mientras la compañía de servicios petroleros Baker Hughes proyecta una merma cambiaria por 25 millones.
Transnacionales de Brasil, un socio cada vez más importante de Venezuela y miembro del Mercosur, advierten de impactos en las inversiones producto de la devaluación, aseguró Fabrizio Sardelli Panzini, analista de la Confederación Nacional de la Industria (CNI).
«Lo que preocupa a la industria brasileña no es sólo la desvalorización de la moneda, sino también que la perspectiva del crecimiento de la economía venezolana es prácticamente nulo, empujado por una caída de la producción industrial y bajas inversiones en el país», explicó.
Venezuela cerró con un crecimiento de 5,5% de su Producto Interno Bruto en 2012 y espera cerrar en 6% para 2013, según cifras del BCV. Sin embargo, algunos expertos estiman inalcanzable esa cifra tras la devaluación.
Sardelli advirtió además que los altos índices de inflación que registra el país caribeño pueden «ahuyentar» a las inversiones brasileñas, que se están concentrando en los sectores de química, alimentación, construcción y en el comercio de maquinaria, aviones, tractores y autos.
La inflación en Venezuela cerró en 2012 en 20,6%, la más alta de América Latina, a pesar de los controles de precios que ha realizado el Gobierno en alimentos y bebidas.
Otras empresas con fuerte presencia en Venezuela como las mexicanas Coca-Cola Femsa, Bimbo, la brasileña AmBev o el BBVA de España, no han divulgado públicamente el efecto de la depreciación cambiaria en sus negocios.
AFP
La lista incluye transnacionales de Estados Unidos, Colombia y España e incluso empresas de países socios del Mercosur, en el que Venezuela busca priorizar su comercio tras su reciente ingreso, sienten el impacto de la pérdida de valor de la moneda local.
El 13 de febrero, entró en vigor la quinta devaluación en diez años en el país, al pasar de 4,3 a 6,3 unidades por dólar.
El efecto inmediato de la devaluación se apreciará para consumidores y empresas para el primer trimestre del año, coinciden analistas, que advierten sobre el encarecimiento de los productos importados con un bolívar más barato.
«La devaluación del bolívar afecta en general a todos los países proveedores de Venezuela, porque encarece de manera importante los productos para el consumidor final. En una primera etapa desincentiva la demanda», aseguró a la AFP Magdalena Pardo, directora de la cámara de comercio colombo-venezolana.
Pardo advierte también que el fortalecimiento del control de cambio, que rige en Venezuela desde hace una década, es otro factor que golpeará a las empresas.
«Se vislumbra que exportar productos hacia Venezuela va a requerir de permisos muy dispendiosos de obtener. Ese sistema ha sido concebido para las importaciones prioritarias para Venezuela, pero queda abierta la pregunta, cómo se hará con las no prioritarias», explicó.
Al anunciar la devaluación, el gobierno eliminó el Sitme, un sistema muy usado para importaciones de bienes no prioritarios, dejando únicamente activo el llamado Cadivi para todas las transacciones en dólares.
El gobierno venezolano ha enfrentado mayor escasez de productos y a la vez un «boom» en las importaciones, que cerraron en un récord de 56.000 millones de dólares en 2012, según el Banco Central (BCV).
En cambio, las exportaciones no petroleras llegaron a 2.388 millones de dólares el año pasado, mientras las de crudo ascendieron a 122.000 millones en 2011, según las últimas cifras oficiales.
Algunas de las grandes empresas que operan en Venezuela han divulgado los costos por devaluación. La española Telefónica calculó que la pérdida de valor del bolívar les costará 584 millones de dólares y estimó una disminución de sus activos netos por más 1.000 millones de dólares en el país.
Sin embargo, analistas de la sociedad española de corretaje Renta4 califican de «limitado» el impacto de la devaluación en las compañías españolas en Venezuela.
Así, la petrolera Repsol tiene un 11% de su producción en Venezuela pero «al tratarse del negocio de ‘upstream’, los ingresos están dolarizados», según esta sociedad.
Algunas tras nacionales de Estados Unidos, primer socio comercial de Venezuela debido a su comercio petrolero, también han estimado pérdidas para 2013.
Colgate-Palmolive, empresa que advirtió una disminución en sus ganancias por «problemas laborales» en el último trimestre de 2012, calcula pérdidas por 120 millones de dólares para el primer trimestre del año.
En el área petrolera, Halliburton, estima pérdidas por 30 millones, mientras la compañía de servicios petroleros Baker Hughes proyecta una merma cambiaria por 25 millones.
Transnacionales de Brasil, un socio cada vez más importante de Venezuela y miembro del Mercosur, advierten de impactos en las inversiones producto de la devaluación, aseguró Fabrizio Sardelli Panzini, analista de la Confederación Nacional de la Industria (CNI).
«Lo que preocupa a la industria brasileña no es sólo la desvalorización de la moneda, sino también que la perspectiva del crecimiento de la economía venezolana es prácticamente nulo, empujado por una caída de la producción industrial y bajas inversiones en el país», explicó.
Venezuela cerró con un crecimiento de 5,5% de su Producto Interno Bruto en 2012 y espera cerrar en 6% para 2013, según cifras del BCV. Sin embargo, algunos expertos estiman inalcanzable esa cifra tras la devaluación.
Sardelli advirtió además que los altos índices de inflación que registra el país caribeño pueden «ahuyentar» a las inversiones brasileñas, que se están concentrando en los sectores de química, alimentación, construcción y en el comercio de maquinaria, aviones, tractores y autos.
La inflación en Venezuela cerró en 2012 en 20,6%, la más alta de América Latina, a pesar de los controles de precios que ha realizado el Gobierno en alimentos y bebidas.
Otras empresas con fuerte presencia en Venezuela como las mexicanas Coca-Cola Femsa, Bimbo, la brasileña AmBev o el BBVA de España, no han divulgado públicamente el efecto de la depreciación cambiaria en sus negocios.
AFP