El dignatario de mayor jerarquía en la Iglesia Católica británica, anunció su decisión el lunes porque no quiere que el señalamiento en su contra sea un factor de distracción en el proceso solemne de designar al siguiente líder pastoral de los 1.200 millones de católicos
CIUDAD DEL VATICANO. En una etapa de cambios inquietantes para la Iglesia Católica, ha surgido un nuevo rompimiento con la tradición, tan inesperado como el reciente llamado de alerta a los 115 hombres que elegirán al nuevo papa.
El dignatario de mayor jerarquía en la Iglesia Católica británica, el cardenal Keith O’Brien, anunció el lunes que decidió ausentarse del próximo cónclave porque no quiere que el señalamiento de que incurrió en conducta impropia con sacerdotes hace décadas sea un factor de distracción en el proceso solemne de designar al siguiente líder pastoral de los 1.200 millones de católicos.
Es la primera vez que un cardenal se retira voluntariamente de un cónclave por un escándalo personal, de acuerdo con expertos en la historia del Vaticano.
El Vaticano insistió en que el papa Benedicto XVI aceptó la renuncia de O’Brien exclusivamente porque estaba cerca de cumplir los 75 años en que normalmente se retiran los obispos, y que no lo hizo por las acusaciones. O’Brien renunció en noviembre como arzobispo de St. Andrews y Edimburgo, y el mes próximo cumple los 75 años.
Pero O’Brien dijo el lunes en un comunicado que se retira del cónclave porque no quería ser el centro de atención de los medios de comunicación en un momento tan delicado.
«No deseo que la atención de los medios en Roma se enfoque en mí, sino más bien en el papa Benedicto XVI y en su sucesor», afirmó O’Brien. «Sin embargo, oraré con ellos y para que, iluminados por el Espíritu Santo, tomen la decisión correcta por el bien futuro de la iglesia».
Mediante su vocero, O’Brien rechazó las afirmaciones hechas el domingo por un periódico británico de que tres sacerdotes y un ex sacerdote denunciaron al Vaticano que actuó de manera inadecuada con ellos. El periódico no nombra a los supuestos denunciantes, pero dice que sus denuncias datan de la década de 1980. Tampoco detalla el comportamiento supuestamente impropio.
La decisión de O’Brien ocurre además en medio de una campaña para tratar de impedir que otro prelado, el cardenal retirado de Los Angeles Roger Mahony, participe en el cónclave debido a su papel en la protección de sacerdotes que incurrieron en delitos sexuales.
Otros de los cardenales que elegirán al nuevo papa han sido acusados —y algunos lo han admitido— de que no protegieron a niños de sacerdotes abusivos. Si todos esos se retiraran por negligencia, el Colegio de Cardenales sería disminuido a unos cuantos miembros.
Terrence McKiernan, de BishopAccountability.org que es una base de datos con expedientes sobre abusos de sacerdotes, hizo un llamado a que se denuncien casos similares contra otros de los cardenales del cónclave.
Con la decisión de O’Brien y la enfermedad de un cardenal indonesio, se prevé que habrá 115 cardenales menores de 80 años habilitados para votar.
Nuevas reglas y más documentos
Por otra parte, Benedicto XVI cambió el lunes las reglas del cónclave para permitir que los cardenales adelanten la fecha si todos ellos llegan a Roma antes del habitual período de espera de 15 días entre el fin de un pontificado y el comienzo del cónclave. Benedicto XVI firmó el lunes un documento legal que modifica las reglas que gobiernan la elección de un pontífice. Fue uno de sus últimos actos como papa antes de dejar el cargo el jueves por la noche.
La fecha del comienzo del cónclave es importante debido a que la Semana Santa comienza el 24 de marzo y el domingo de Pascua es el 31 de marzo. Para tener un nuevo papa para el período litúrgico más solemne de la Iglesia, el pontífice debería estar instalado para el domingo 17 de marzo, lo que daría poco tiempo si el cónclave comenzara el 15 de marzo, según las reglas anteriores.
Asimismo, Benedicto XVI decidió el lunes que el contenido de una investigación secreta del robo de documentos del Vaticano en el 2012 no será compartida con los cardenales antes del cónclave. Benedicto se reunió el lunes con los tres cardenales que llevaron a cabo el estudio y decidió que «los actos de la investigación, solo conocidos por él, quedarán exclusivamente a disposición del nuevo papa», dijo una declaración del Vaticano.
Nicole Winfield y Gregori Katz / AP