El ingeniero químico y consultor en materia agroalimentaria, Rodrigo Agudo, estimó que la escasez de productos básicos en los anaqueles de abastos y supermercados se mantendrá durante todo el año, por lo que instó al Gobierno a realizar cambios que incentiven la producción nacional
Los anaqueles vacíos producto de la escasez de alimentos se convertirán en un panorama constante durante este año 2013, de no ser ejecutadas medidas económicas que incentiven la producción nacional. Así lo señaló el ingeniero químico y especialista en materia agroalimentario Rodrigo Agudo, quién aseguró que el desabastecimiento en el país comienza a ser estructural.
A juicio del especialista la causa de ello es la política de “asfixia al aparato productivo nacional”, aplicada por el Gobierno durante los últimos 12 años. Indicó que el presunto acaparamiento por parte de la empresa privada son “sólo excusas” del Estados para “esconder” su responsabilidad en la materia.
“El único responsable del desabastecimiento, por acción u omisión, o por ambas, es del Estado que en los últimos seis años ha asumido la mayor parte de la oferta de productos básicos del país teniendo así el 70% de la capacidad de café, el 66% de la capacidad instalada de azúcar, el 50% de procesamiento de harina precocida y el 90% de los mataderos industriales”.
Es por ello, que el también coordinador del área agroalimentaria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), resaltó que “no se puede hablar de escasez sin involucrar a unos de sus grandes actores”.
Reducción de la producción
Para Agudo, el resultado de dicho accionar es el retiro y la migración de industrias que ante las confiscaciones y expropiaciones optaron por abandonar el negocio, mientras que las que decidieron seguir producción no han hecho nuevas inversiones debido al marco de incertidumbre y al riesgo de perderlo todo”.
En este sentido, reiteró que de no haber cambios en las políticas de Gobierno, el año en curso no va a registrar un aumento en los niveles de producción con respecto a 2012.
“Vamos a ver un proceso recesivo por la deficiencias de años anteriores como es el caso de la insuficiencia de agroquímicos para la siembra, mientras que por otro lado la población sigue creciendo”.
Para el especialista ello podría desencadenar un proceso de inestabilidad social “que le va a imponer al Gobierno reorientar su manera de actuar frente a esto”, sin embargo aseguró que un escenario tal traería graves consecuencias a la población. “Mientras más tiempo tarden en darse cuenta de esto más caros serán los sacrificios que tendrá que afrontar la sociedad venezolana”, exclamó.
“Cuando el Gobierno entienda que debe ser un orientador y no un controlador, que pretenda adueñarse de todos los sectores y arrebatarle al sector privado la oportunidad de invertir en nuestro país, tendremos más productos con sello venezolano y mejorará significativamente nuestra calidad de vida”, acotó.
Aumento en la importación
Ante la caída de la producción nacional a causa de los controles y políticas de expropiación aplicadas a la empresa privada, el Gobierno optó por cubrir la demanda de alimentos en el país a través de las importaciones.
“Hemos pasado de 1200 millones de dólares en importaciones en términos alimentarios a 56 millones de dólares para importación en 2012. Multiplicamos casi por cinco las importaciones en 13 años”, dijo Agudo.
Al ser un país mayoritariamente importador los efectos de la reciente devaluación serán palpables por el ciudadano común. Agudo explicó que ello traerá como consecuencia un esquema de justiprecio que no va a poder ser compensado por el Gobierno a la población en términos de retribución debido a ello se registrará no sólo una inflación superior sino también mas escasez de productos”.
Productos regulados
Para el presidente del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice), Rafael Alfonzo, entre las medidas tomadas por el Gobierno que más perjudican los niveles de abastecimiento en el país el la regulación de los precios en algunos productos básicos que a su juicio se ha convertido más que eso en un congelamiento de los mismos.
Según cifras de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), presentadas por el empresario el comportamiento de los costos es el siguiente:
Pastas: 24 meses sin ajuste de precio.
Aceites de mezcla: 20 meses sin revisión de precio.
Azúcar: 13 meses sin ajuste de precio.
Pollo: 30 meses sin ajuste de precio.
Quesos: 16 meses sin ajuste.
Harina de maíz: 3 meses sin ajuste de precio.
Arroz: 3 meses sin ajuste de precio.
Aceite de girasol y maíz: 3 meses sin ajuste de precio
De igual forma, destacó que desde noviembre de 2012 se encuentran congelados los precios del agua, jugo y compotas.
La solución
Para los especialista en materia agroalimentaria Carlos Machado y Rodrigo Agudo, la solución al desabastecimiento actual esta en:
Acabar con la política de expropiaciones y excesivos controles del Gobierno hacia el sector privado.
Mejorar la calidad de vida de la población rural.
Incorporar a los gremios de productores en las instancias de planificación, seguimiento de la ejecución de políticas públicas agroalimentarias.
La creación de un programa nacional de capacitación y apoyo tecnológico en manejo de practicas agrícolas, entre otras
Nelyabith Bello
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