«La combinación de medidas de retorsión comerciales y financieras estadounidenses e internacionales ha afectado la economía iraní y sus perspectivas futuras», señala un documento elaborado por la Oficina de Contabilidad del gobierno de Estados Unidos (GAO). El escrito fue difundido por el dispositivo de vigilancia del Congreso en momentos en que están reunidos, ayer en Kazajistán, los negociadores iraníes y de las principales potencias mundiales para intentar llegar a un acuerdo sobre el controvertido programa nuclear de la república islámica. rán está sometido al régimen de sanciones más duro jamás implementado.
Las medidas de retorsión están encaminadas a obligar al país a frenar su programa nuclear, sospechado por las potencias occidentales de estar dirigido a desarrollar el arma atómica, extremo que las autoridades iraníes niegan. Desde que las sanciones de Estados Unidos e internacionales se reforzaron, en 2010, la economía iraní se ha visto constantemente debilitada, señala la GAO en su informe. Los ingresos por exportaciones de petróleo disminuyeron en un 18% entre 2010 y 2012, mientras que los conseguidos por otros países vendedores de crudo aumentaron 50% en el mismo período», indicó. Las ventas iraníes cayeron de 2,5 millones de barriles al día en 2011 a alrededor de 1,3 millones en noviembre de 2012, señaló, citando cifras de la Agencia Internacional de la Energía.
Las sanciones financieras bloquearon a su vez el acceso de la república islámica a los bancos internacionales y a las instituciones financieras multilaterales de crédito. La inflación creció 27% a finales de 2012, al tiempo que el desempleo podría oscilar entre 15% y 16,6% de la población activa en los próximos años, según las previsiones. Valiéndose de datos del Fondo Monetario Internacional y de analistas privados, la GAO destaca que el año pasado el PBI iraní se contrajo 1,4%, y caerá 1,3% adicional en 2013, de acuerdo al IHS Global Insight. La crisis económica ha forzado a la dirigencia iraní a recurrir a formas creativas de enfrentarla, incluyendo sistemas de trueque con socios como India, país al cual Teherán ofrece petróleo a cambio de alimentos o medicinas, destaca el estudio.