EEUU. «Estos recortes son malos, no son inteligentes y no son justos», subrayó el presidente estadounidense al referirse a las consecuencias de los recortes presupuestarios. Barack Obama realizó ayer su último esfuerzo para tratar de evitar que entren en vigor a final de semana los recortes en el presupuesto, que acarrearán la destrucción de empleo y la reducción de servicios sociales, alertó.
«Estos recortes son malos, no son inteligentes y no son justos», dijo Obama en el amplio vestíbulo de uno de los astilleros militares más grandes de la Armada estadounidense, situado en Newport News (Virginia, noreste). «Es una herida autoinfligida que puede ser evitada», advirtió. Obama aseguró que, los republicanos en el Congreso no quieren compartir los sacrificios para recortar el déficit, al rechazar aumentar los impuestos a las rentas más altas.
«Hay demasiados republicanos en el Congreso que ahora mismo rechazan actualmente dar un pequeño paso cuando se trata de cerrar agujeros fiscales y exenciones tributarias», afirmó Obama ante centenares de obreros navales. Este ha sido el último esfuerzo del presidente estadounidense para presionar a los republicanos con el fin de evitar que el viernes entre en vigor una cura de austeridad, que, en su opinión, se cobrará miles de empleos y perjudicará el crecimiento de la economía nacional. Obama viajó acompañado por el congresista republicano por Virginia Scott Rigell, que está dividido por la presión de respaldar a su partido y las consecuencias a las que padecerán sus votantes si se ejecutan los recortes presupuestarios.
Foto dice Obama