La prolongada ausencia del presidente venezolano Hugo Chávez, enfermo de cáncer, ha puesto a los oficialistas y a la oposición en virtual campaña electoral, a pesar de que el gobierno asegura que el mandatario sigue al frente del país desde el hospital militar de Caracas.
El vicepresidente Nicolás Maduro, designado por el mandatario como su heredero político, aparece frecuentemente en la televisión estatal y aprovecha cada acto público para atacar a la oposición y a su mayor esperanza presidencial, Henrique Capriles.
Capriles, que perdió contra Chávez en las elecciones de octubre, responde a los ataques y ambos lados se sumergen poco a poco en una dura campaña. La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se reúne, por su parte, a puertas cerradas para trazar estrategias sobre una eventual presidencial y elegir a un candidato unitario.
Mientras en las calles de Caracas, la gente sortea toda clase de rumores sobre la salud de Chávez, aunque las encuestas muestran que la mayoría está convencida de que volverá a gobernar. «Veo mucho más en campaña al oficialismo que a la oposición», opinó Mariana Bacalao, experta en comunicaciones políticas de la Universidad Central de Venezuela.
«El oficialismo ha estado ganando tiempo y por eso no hay una mayor transparencia sobre la salud de Chávez, si va a volver o no y si puede o no gobernar», dijo Bacalao a AFP.
Chávez no aparece en público desde que viajó a Cuba el 10 de diciembre para someterse a su cuarta operación contra el cáncer en 18 meses. Desde entonces, el gobierno sólo mostró cuatro fotos del mandatario, en las que aparece sonriente junto a sus dos hijas mayores.
Pero desde que ingresó al hospital militar de Caracas el 18 de febrero, no ha sido difundida ninguna imagen del mandatario, lo que alimenta los rumores. En caso de que el presidente renuncie o se vea inhabilitado para continuar en sus funciones, está previsto que se realice una nueva elección en 30 días.
Este viernes, el gobierno buscó echar por tierra una campaña de rumores y «mentiras» que apuntaban a que Chávez estaría muy grave, insistiendo en que el mandatario está tranquilo en su cuarto de hospital. Pero los reportes oficiales sobre la salud de Chávez han incrementado la incertidumbre.
Maduro, un antiguo líder sindical del Metro de Caracas, aparece frecuentemente en la televisión estatal, adoptando algunas de las frases favoritas de Chávez y cerrando sus discursos con un «¡Viva la revolución!». A la vez, el vicepresidente ataca a Capriles llamándolo «príncipe de la burguesía parasitaria» o «majunche», un término que significa «poca cosa» y que Chávez también usó para referirse al opositor durante la pasada campaña.
Capriles, de 40 años, no se queda sin embargo atrás y esta semana ya retó a Maduro, de 50 años, a que ambos se midan en las urnas. Además, este viernes el opositor respondió a los ataques del vicepresidente acusándole de ser un «flojo» y de mentir sobre la salud de Chávez.
«Maduro nunca ha sido trabajador,nunca ha trabajado,es un reposero profesional, flojo, vago! Todos los que lo conocen saben que es así», escribió Capriles en Twitter.
Una encuesta difundida la semana pasada por Hinterlaces, firma que Capriles consideró poco fiable, mostraba que Maduro vencería al opositor por 14 puntos si se realizara una nueva presidencial. Chávez venció a Capriles por 11 puntos en octubre.
Los partidos opositores dejaron a un lado sus rivalidades para elegir a Capriles como candidato único en unas inéditas primarias realizadas en 2012. Pero en esta ocasión, la MUD escoge en privado a un candidato por consenso, en vista de que una primaria tomaría demasiado tiempo.
Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanalisis, cree que lo más probable es que la oposición escoja a Capriles porque casi dos tercios de la población lo ve como «candidato natural». «Consenso tampoco es lo que necesita (la oposición), lo que necesitan es unidad en la campaña», dijo León a la AFP.
Además, el analista explicó que Maduro está en un tipo de campaña diferente, dándose a conocer en todo el país, haya o no haya elección, para construir su propio liderazgo y «llenar el vacío» al adoptar el discurso de Chávez. «A pesar de que el sector político está en modo de campaña, 57% de la población piensa que Chávez se va recuperar», apuntó León.
En la Plaza Bolívar de Caracas, punto de reunión chavista, una docena de personas sentadas bajo un toldo rojo veían el viernes a Maduro en la televisión estatal. Estaban todos convencidos de que Chávez regresará a gobernar, pero en caso de que no lo hiciera saben por quién votarán. «Si hay elecciones, no hay problema, porque está Maduro», dijo Victor Camillo, un maestro jubilado de 67 años.
AFP