La reina Isabel II de Inglaterra, de 86 años, continuaba este lunes su convalecencia en un hospital de Londres, donde fue internada la víspera «como precaución» por una gastroenteritis, y donde permanecerá «aproximadamente dos días», según el palacio de Buckingham.
La portavoz del palacio no dio precisiones adicionales sobre su tratamiento, limitándose a repetir que la soberana «tenía buen ánimo» y que si se excluía esa gastroenteritis, «gozaba de buena salud», como destacó el comunicado oficial publicado el domingo.
La reina, que tiene la reputación de gozar de una salud de hierro, y que sufre de esta gastroenteritis desde el viernes, fue internada el domingo por la tarde en el hospital King Edward VII, su primera hospitalización en diez años.
Isabel II fue trasladada al hospital en un automóvil particular y no en ambulancia, destacó el palacio. Por el momento, sus servicios no prevén publicar un nuevo boletín sobre el estado de su salud el lunes por la mañana.
Las personas que padecen de gastroenteritis, una infección del estómago y los intestinos, sufren vómitos, diarreas y tienen tendencia –sobre todo las de más edad– a deshidratarse. Es probable, por lo tanto, que los médicos hayan decidido tratarla por la vía intravenosa, destacaron expertos interrogados por los medios de comunicación británicos.
Esta indisposición obligó a la reina a postergar o anular todos sus compromisos oficiales de esta semana, sobre todo un viaje a Roma el miércoles y el jueves con su esposo, el duque de Edimburgo, respondiendo a una invitación del presidente italiano Giorgio Napolitano.
AFP