Julián José Serrano González, de 20 años de edad, tenía cerca de diez años viviendo en situación de calle. La tarde del lunes fue asesinado de un disparo en la cabeza cuando se encontraba en los alrededores del Centro de Otorrinolaringología de San Bernardino.
María González, tía del joven contó que cuando la llamaron por teléfono para avisarle ya su sobrino había muerto. Localizaron el cadáver en la calle, cerca de donde ocasionalmente dormía desde partió de casa para entregarse a la mendicidad.
La historia de vida de Julián Serrano, estuvo marcada por la tragedia. Hace 12 años su madre cruzaba el Río Grande en Caucagua con sus seis hijos, cuando se produjo un fenómeno en las aguas debido a un hoyo que formó un remolino.
El agua arrastró a la mujer con sus tres hijos mayores que para entonces tenían 16, 14 y 12 años de edad. También iba un sobrino de ellas que murió por inmersión en el penoso accidente. Julián que iba con su madre logró salvarle la vida a su hermanitas de 1 y 4 años, ahora solo ellas quedaron vivas de todos los hermanos.
González, contó que a su sobrino le costó reponerse de la pérdida de su madre y tres hermanos. La tristeza lo condujo a los vicios y luego lo llevó a la calle. Aunque lo inscribieron en la Misión Robinson decidió abandonar los estudios. También dejó un empleo que tenía limpiando calles en la alcaldía. Este lunes fue asesinado en circunstancias que se desconocen.
AA