LIMA. La aprobación de los peruanos a la gestión del presidente Ollanta Humala cayó fuertemente en marzo a medida que crece la percepción de inseguridad ciudadana en el país, mostró ayer una encuesta, tras una ola de crímenes que ha llevado a la oposición a pedir la renuncia de la máxima autoridad policial. La popularidad de Humala -un militar retirado- cayó seis puntos porcentuales a 51 por ciento, la baja más pronunciada en un mes debido a que la población siente que el mandatario no está cumpliendo su promesa de solucionar el problema de inseguridad interna, según la firma Datum Internacional.
El país andino fue sacudido la semana pasada por el asesinato de un periodista del influyente diario El Comercio y poco antes por la muerte a tiros de un empresario en un barrio de Lima, a pocos metros de una importante estación policial. Según el sondeo de Datum Internacional, un 82 por ciento de los encuestados se siente inseguro en las calles, mientras que uno de cada cuatro peruanos afirma que ha sido víctima de un robo o asalto en los últimos 12 meses en el país sudamericano.
Bajo este panorama, un 45 por ciento cree que el Gobierno de Humala -con casi 20 meses en el poder- no hace nada para combatir la inseguridad ciudadana; mientras que un 80 por ciento no se siente protegido por la policía, precisó el sondeo realizado a 1.304 personas a nivel nacional entre el 27 y 28 de febrero. La ola de crímenes ha socavado la confianza de los peruanos en la policía, al punto que la oposición y hasta el partido del ex presidente Alejandro Toledo, actual aliado de Humala, han reclamado la renuncia del jefe de la policía, Raúl Salazar.
Aunque Humala ha logrado avances para mejorar los salarios y la capacitación de la policía, la corrupción está muy extendida. Los peruanos a menudo comparten historias sobre cómo han sobornado para esquivar multas de tráfico por sólo unos pocos dólares. Fiscales peruanos dicen que el crimen en Lima, que alberga un tercio de la población del país, se duplicó entre el 2000 y el 2011, mientras que los secuestros y los homicidios aproximadamente se triplicaron en ese período, según datos del Ministerio Público y de la encuestadora local Ipsos Perú.