La imponente Capilla Sixtina cierra sus puertas desde este martes para prepararse para la celebración del Cónclave o elección de Papa, cuya fecha no ha sido fijada.
La célebre capilla, decorada con frescos de los más grandes artistas del Renacimiento, localizada dentro de los museos del palacio apostólico en la Ciudad del Vaticano, ha permanecido abierta al público tras la renuncia oficial el jueves del papa Benedicto XVI. «En la tarde comenzarán las labores para condicionar la capilla para la celebración del Cónclave», precisó el vocero del Vaticano, padre Federico Lombardi.
Otras salas del inmenso museo del Vaticano, como el apartamento Borgia y la colección de arte religioso, podrán ser visitadas por los turistas de todo el mundo. La solemne elección del Papa se celebrará en la imponente Capilla Sixtina, decorada con frescos de grandes artistas del Renacimiento, entre ellos Miguel Angel y Rafael Sanzio.
Durante el cónclave se instala una chimenea en el tejado de la capilla y el humo actúa como una señal. Si sale blanco (fumata bianca) tras la quema de las papeletas de la elección, significa que el cónclave ha finalizado y que se ha elegido a un nuevo Papa. Si ningún candidato obtiene la mayoría (dos tercios de los votos), sale humo negro (fumata nera), formado con algunos productos químicos e indica que todavía no ha habido una elección satisfactoria.
Desde el lunes se celebran en el Vaticano las llamadas «congregaciones generales», es decir una asamblea de todos los cardenales de la Iglesia católica para analizar el pasado y el futuro de la Iglesia católica y definir el perfil del futuro Papa.
AFP