Que contradicción, quieren elecciones pero no trabajan para ellas. Se están dejando arrinconar por los aventureros como ya una vez lo fueron aquel 11 de abril del 2001 y en los meses posteriores. La verdad es que están de papayita
Iván Gutiérrez
Un sector de la oposición venezolana ha decidido tensar la cuerda. Para ello han desatado una tormenta de rumores de toda índole.
¿Qué persiguen con ello? Imponerle su agenda al resto de los factores opositores. De esta manera van colocando a Capriles y a Primero Justicia en la situación de tener que alterar sus planes. A estos en primer lugar, ya que efectivamente si hubiese necesidad de escoger un candidato para unas eventuales elecciones, Capriles, indudablemente, tendría la primera opción.
Primero Justicia es el partido con más votos en la oposición, seguido de lejos por Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática. Otros, básicamente, son puro nombre. Es el caso de la señora María Corina Machado, el de Diego Arria y el de Pablo Medina. Todos con una gran exposición mediática, pero con poquísimo apoyo para confrontar democráticamente. Es decir, no tienen votos. Pero quieren el poder, dos de ellos, porque siempre han manejado los hilos de él, bien por razones familiares o por habilidades palaciegas. Del otro, uno ni sabe que pensar al verlo desvariando, como lo ha hecho desde el año 2000, cuando llegó a pensar que podía manejar a Hugo Chávez.
Pero estas personas son apenas unas piezas de un juego que juegan jugadores más poderosos. Me refiero a intereses petroleros y a los financieros, sectores donde se mueve todo el dinero del mundo y en donde no se resignan a que Venezuela no sea ya una de las fichas de la cual podían disponer.
Los medios de comunicación, mejor dicho, sus propietarios, están pensando que les puede haber llegado la hora de armar un movimiento que los coloque en el poder de manera directa, sin tener que estar negociando con Capriles, Borges, Henry Ramos, Rosales, etc, etc. Por eso la campaña desestabilizadora, cuya primeras víctimas son los electores de la oposición que se creen todos los cuentos que aquella gente inventa.
Son tercos como una mula. ¿Por qué las FANB darían un golpe? ¿Tumbarían a Chávez para que los dueños de Globovisión y el Nacional tuvieran el camino expedito para hacer los negocios a los que se acostumbraron? Son como los Borbones, no aprenden. Uno de los componentes o pilares del actual sistema político y del gobierno son las FANB. Los militares gobiernan y bastante. Para nuestro gusto, demasiado. Entonces, ¿Para qué van a darse un autogolpe?
La zozobra de estas últimas 72 horas solo ha operado a nivel de rumores. No logran ni siquiera que su gente, los 5 millones que votaron por Capriles, se movilicen. Solo un grupito de muchachos, entrenados y financiados por la plutocracia, andan de puerta en puerta, con una colchoneta debajo del brazo, y qué poniéndose en huelga de hambre. ¿Cuántos fracasos han contabilizado en los últimos tres meses? Son los foquistas de la oposición. Me refiero a la teoría del foco revolucionario planteada por el Che Guevara, quien pensó que la acción de un pequeño grupo podía crear las condiciones subjetivas (que el pueblo quisiera) para una revolución. Se equivocó y ofrendó su vida en ello. Por supuesto, estos muchachos están muy lejos del Che, lo del foquismo es solo una referencia.
Las mulas estas sueñan con un levantamiento en la FANB y con una explosión tipo 27 de febrero, con saqueos y todo. No les importa las consecuencias de sus acciones. Lo peor es que la masa opositora tontamente corre a los supermercados, a comprar desesperadamente y a dejarse robar. Pierden su tiempo con el pueblo que espera con paciencia y esperanzas que Chávez se recupere
Bien, todo esto está sacando del juego a Capriles y a los tres principales partidos de la oposición. Si se convocaran unas elecciones para dentro de 30 días, lo agarrarían en paños menores sin saber qué hacer.
Que contradicción, quieren elecciones pero no trabajan para ellas. Se están dejando arrinconar por los aventureros como ya una vez lo fueron aquel 11 de abril del 2001 y en los meses posteriores. La verdad es que están de papayita.