La Capilla Sixtina fue cerrada este martes a turistas y visitantes y comenzaron las obras para la preparación del cónclave del que saldrá el nuevo papa, ampliando sus contactos y conocimientos personales que faciliten la elección del nuevo obispo de Roma que suceda a Benedicto XVI.
Los cardenales congregados en Roma resaltaron la importancia de estas sesiones para analizar los problemas de la Iglesia y conocerse mejor porque no existe un favorito en esta liza. Ni siquiera dieron la impresión de tener prisa para fijar la fecha del conclave. «Demorará lo que demore», dijo a los periodistas el cardenal estadounidense Daniel Di Nardo. «Nadie desea apresurar esto».
Di Nardo agregó esperar que regresará a su ciudad para la Semana Santa, que comienza el 24 de marzo con el Domingo de Ramos. Al ser interrogado sobre el apretado calendario, Di Nardo reconoció la importancia del cónclave y agregó que su arquidiócesis en Galveston-Houston, en Texas, podría pasar sin él de ser necesario.
Mientras tanto, los preparativos para el conclave continuaron con el cierre a la una de la tarde del martes la Capilla Sixtina. En el 2005, la última vez que el Colegio Cardenalicio eligió un Papa, entre los preparativos figuró la instalación de un doble suelo para ocultar el material contra las escuchas ilegales y el montaje de la estufa, en la que son quemadas las papeletas de las votaciones.
Un total de 110 de los 115 cardenales en edad de votar asistieron a un segundo día de encuentros preparatorios para organizar el cónclave, dijo el Vaticano.
Quedan por llegar el patriarca egipcio Antonios Naguib, el alemán Karl Lehmann, el vietnamita Jean-Baptiste Pham, el polaco Kazimierz Nycz y el cardenal John Tong Hon de Hong Kong, dijo el Vaticano. «Todo el mundo sabe cómo evaluar sus compromisos», dijo el vocero vaticano, el reverendo Federico Lombardi al ser preguntado por la ausencia de los cardenales. «Saben que tienen la obligación y el compromiso de acudir al conclave, y sabe que han comenzado las congregaciones y continúan con sus planes para llegar».
Igualmente el martes, los cardenales enviaron un telegrama a Benedicto XVI agradeciéndole su «brillante» ministerio y su «incansable tarea en la viña del Señor».
AFP