Fernández y Torrealba firmaron dos joyas que reflejan los méritos del repunte larense. Gremio fue demasiado para el Caracas
Dos caras totalmente distintas mostró la tercera presentación de Lara y Caracas en la Copa Libertadores. Repunte coronado por un par de goles de rica factura -por ejecución y culminación- en el primer caso, la impotencia -no basta la entrega- frente a un cuadro que se mostró, desde ahora, como uno de los candidatos a disputar el título del certamen.
Los crepusculares, abajo en el marcador a través de un juego abierto, donde siempre insistieron en sus argumentos, tuvieron el premio al sacar un punto de Asunción que les deja bien colocados en el grupo. Caracas, superado de tiro a tiro por un inspirado Gremio, regresa goleado y con la necesidad de mejorar «un mundo» para mantener su opción en una llave también sumamente pareja.
El partido ante Olimpia es de esos que dejan grata sensación. Por la disciplina, la concentración para mantener su juego ofensivo a pesar de los obstáculos, y el esfuerzo, que tuvieron su premio con esos dos golazos de Marlon Fernández y José Torrealba.
Accionar abierto, los paraguayos tuvieron problemas con Jesús Gómez, quien recibió leña desde el primer minuto. Se fueron adelante 2-0, sin embargo, capitalizando bien un par de ocasiones que parecían encarrilar los 3 puntos. Antes y después, sin embargo, toparon con un Alan Liebiskind que por algo es uno de los mejores arqueros locales del momento. Y ello inspiró a sus compañeros, siempre insistentes en sus ataques, con balonazos largos buscando la velocidad de Valoyes o la contundencia de Castellín, avances en bloque impulsados desde atrás por Rey, Mea Vitali, Fernández, Gómez y Morales.
Y habían llegado hasta la meta guaraní, sin poder concretar. Hasta que Fernández, metido ya en el área grande y a una buena habilitación de Gómez, se perfiló y templó un disparo colocado, al segundo palo, el lugar imposible para el guardameta. Espectacular sería lo de Torrealba, cortando en diagonal y tomando de bolea un pase desde atrás para empalmar con la zurda el cañonazo del empate.
Ese punto de visita, junto a los 3 conquistados en casa, dan impulso a la participación larense en la Copa, ahora con triunfo, empate y revés.
En cuanto al Caracas, cayó sin objeciones ante un rival que jugó a placer, con excelente toque y fácilidad para desmarcarse, frente a una defensa sin respuestas para semejante coordinación que incluyó muchos pases de primera, tacos y claridad para definir. Una falla de Barojas (se le cayó una pelota aparentemente fácil lcuando quiso embolsar) propició el primer tanto y luego Gremio consolidó su dominio.
Partieron los brasileros de una presión agobiante, primer problema sin solución por parte de los avileños, víctimas de una capacidad de anticipación, de reacciones inmediatas al perder la pelota, que les hacia lucir con pies de plomo cuando una de sus virtudes es la velocidad. Les costaba mucho tener la pelota, hacer dos pases seguidos, y el rival, que perdía el balón apenas por segundos, acosaba hasta que comenzó a materializar en la pizarra.
Después aflojó el ritmo, especialmente en cuanto a ese «pressing» arriba, y Caracas pudo ir entrando en confianza, desarrollando algo de su juego en el segundo tiempo. Siempre con Otero como el conductor más lúcido, pero sin que la zaga dejara de verse a vapores cada vez que Gremio tocaba. Lo difícil de entender (solo se explica por «las cosas del fútbol») es cómo ese equipo perdió, y de local, ante Huachipato.
Ojalá los de Bencomo hayan asimilado la lección, porque la semana próxima les corresponde recibir al Gremio en el Olímpico. Toca, especialmente, ajustar la defensa y mejorar el trabajo de esta para salir con limpieza. De lo contrario tendrán que irse despidiendo del torneo en un grupo con franco rostro amazónico.
Rosales es baja
Roberto Rosales, uno de los titulares de la selección nacional de fútbol, no podrá jugar en los próximos dos partidos de la eliminatoria para el mundial de fútbol Brasil 2014, como consecuencia de una lesión en el abductor de la pierna izquierda.
Así lo informó ayer el seleccionador nacional, César Farías, a través de su cuenta en twitter, poco después de recibir el informe médico sobre el estado de la lesión del jugador venezolano, que no pudo actuar en el más reciente encuentro de su equipo, el Twente, de Holanda.
Rosales ha sido uno de los valores más consistentes de la Vinotinto en los últimos tiempos. A punta de buen juego -marcador por la derecha, tiene buena proyección ofensiva, dsparo potente, claridad para el pase y, en lo suyo, inteligencia para el trabajo defensivo, con adecuada recuperación-, se ganó la titularidad y en muchos casos, cuando se especula sobre una alineación, siempre es uno de los fijos.
La ausencia de Rosales ante Argentina, el próximo 22 en Buenos Aires, y ante Colombia tres días después, en Puerto Ordaz, supone una baja sensible para la selección nacional. Seguramente Farías ya está barajando, entre varios jugadores disponibles para la función, a quienes incluirá en la convocatoria. Alexander González y Rolf Flestscher, también activos en Europa, podrían ser la alternativa.