Comenzar a ejercitarse puede ser mucho más difícil si eres principiante, o si llevas tiempo sin hacer ejercicios
Decidir comenzar una rutina de entrenamiento para mejorar tu salud y apariencia muchas veces puede ser difícil, pues a veces no se sabe por dónde comenzar. Si este es tu caso, no pierdas tiempo y pon a prueba los siguientes consejos para comenzar a entrenar; te aseguro que te ayudarán con ese primer empujón que todos necesitamos para hacer ejercicio regularmente.
Empezar una rutina de entrenamiento
Comenzar a ejercitarse puede ser mucho más difícil si eres principiante, o si llevas tiempo sin hacer ejercicios. Es por ello que debes trazar en tu mente las metas que deseas conseguir y comenzar a utilizar los siguientes tips.
Hacer una declaración pública
El que todas las personas a tu alrededor sepan que vas a comenzar a ejercitarte de seguro va a añadirte presión para que lo hagas (sobre todo si lo publicas en las redes sociales). No esperes mensajes halagadores de apoyo, sino más bien toma la presión externa como un motivante para salir y hacer ejercicio.
Buscar un compañero/a de ejercicios
Otra manera de conseguir motivación externa es buscar alguien más que quiera hacer ejercicios contigo. La ayuda mutua, que de seguro se van a brindar durante el entrenamiento, es una buena razón para ejercitarte con regularidad, pues generalmente cuando haces ejercicio sola al poco tiempo lo dejas porque te aburres.
Mantener tus artículos de ejercicio a mano
Tener a la vista (o llevar contigo) tus zapatos o ropa de entrenamiento te servirá como recordatorio de que debes hacer ejercicio, pues muchas veces comenzamos a faltar a días de entrenamiento con la excusa de no tener nuestra ropa de ejercicio a mano.
Usar música motivante
La música tiene la capacidad de mejorar el humor y elevar la energía, por lo que al escoger los ritmos adecuados tendrás una ayuda extra para ejercitarte. Por eso lleva siempre tu música preferida cuando vayas a entrenar.
No sobrecargarse
Lo ideal para los principiantes es comenzar despacio, pues no ganas nada al sobrecargarte de ejercicios por un día y luego dejar de entrener por dos meses. Es mejor que hagas solo 15 minutos cada vez y luego verás que el cuerpo te pide más ejercicio. De igual modo, si tienes un mal día o no te sientes bien no te obligues a hacer ejercicio, pues de vez en cuando debes darle reposo al cuerpo; lo ideal es que descanses ese día y luego retomes la rutina.
Nunca olvidar tus metas
Como todo en la vida, tendrás tus días buenos y malos en el entrenamiento, pero debes tener en mente la razón principal por la que estás haciendo ejercicio; ya sea por salud o apariencia con el paso del tiempo verás los resultados y te darás cuenta que vale la pena el esfuerzo.
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