La decisión fue determinada el viernes por la tarde durante una votación del Colegio Cardenalicio. El martes 12 por la mañana celebrarán misa en la basílica de San Pedro y por la tarde depositarán sus primeros sufragios
CIUDAD DEL VATICANO. Los cardenales decidieron que el martes próximo comenzará el cónclave en el que elegirán al nuevo papa, un indicio de que están poniendo fin a una semana de conversaciones sobre los problemas de la Iglesia y sobre quién de ellos es el más adecuado para encabezarla.
La fecha del cónclave fue determinada el viernes por la tarde durante una votación del Colegio Cardenalicio. El martes por la mañana celebrarán misa en la basílica de San Pedro y por la tarde depositarán sus primeros sufragios.
En los últimos 100 años, ningún cónclave ha durado más de cinco días.
No parece haber un favorito en esta elección. Las deliberaciones de la semana pasada expusieron las agudas divisiones entre los cardenales sobre algunos de los problemas acuciantes que enfrenta la Iglesia, de los cuales un ejemplo es el gobierno al interior de la misma Santa Sede.
El cardenal estadounidense Timothy Dolan, considerado uno de los llamados «papables», dijo el viernes en un mensaje difundido en su blog de internet que durante las reuniones a puerta cerrada el grueso de las deliberaciones versaron sobre la predicación y la enseñanza de la fe católica, el cuidado de las escuelas y los hospitales católicos, la protección de la familia y los no nacidos, el apoyo a los sacerdotes y «¡el aumento en el número de éstos!»
«Estos son los ‘grandes temas»’, escribió. «Parecería difícil de creer cuando ‘lo que se dice en la calle’ es que de lo único que conversamos es de la corrupción en el Vaticano, abusos sexuales, dinero. ¿Estos (temas) se han mencionado? ¡Sí¡ ¿Son los temas dominantes? ¡No!».
A principios de la semana, los cardenales estadounidenses habían pedido más tiempo para llegar al fondo del nivel de disfunción y corrupción expuesto tras las filtraciones a la prensa de documentos papales en 2012.
Sin embargo, para el jueves en la tarde, el cardenal Roger Mahony, de Los Angeles, envió un mensaje por Twitter en el que afirmó que las conversaciones «se acercaban a su conclusión» y que se consolidaba un ánimo de «emoción».
Los cardenales que residen en el Vaticano habían mostrado inclinación a que las deliberaciones concluyeran velozmente, quizá para limitar la cantidad de ropa sucia que pudiera salir a relucir.
Según analistas sobre cuestiones de la Santa Sede e incluso algunos cardenales mismos, la lista de papables, los que reúnen las cualidades para ser el pontífice, continúa relativamente sin variación respecto de que Benedicto XVI anunció por primera vez que renunciaría a partir del 28 de febrero.
AP