Una fumata blanca anunció este miércoles por la tarde en la plaza de San Pedro del Vaticano la elección de un nuevo papa de la Iglesia católica, que sucederá a Benedicto XVI.
El mensaje del esperado humo que salió a las 18H05 GMT fue confirmado por el tañido de las campanas de San Pedro, bajo las aclamaciones de una muchedumbre enfervorizada que desafío la lluvia intermitente con banderas de numerosos aíses
El nombre y la nacionalidad del 266º papa de la historia será revelado rápidamente tras la conclusión del cónclave, que duró dos días y requirió cinco votaciones.
La elección del primer papa que deberá ejercer sus funciones con su predecesor en vida -Benedicto XVI renunció a su cargo el 28 de febrero-marca el inicio de una nueva era para la Iglesia católica, sacudida en los últimos años por escándalos y controversias.
En breve, el cardenal protodiácono, el francés Jean Louis Tauran, proclamará desde el balcón de la Basílica de San Pedro la famosa frase en latín «Anuntio vobis gaudium, habemus Papam» (Os anuncio una gran alegría, tenemos Papa), con la que se revela al mundo el nombre del nuevo líder de 1.200 millones de católicos.
El recién elegido se asomará entonces para impartir su primera bendición «urbi et orbi» (a la ciudad y al mundo) vestido por primera vez con la sotana blanca papal.
Durante la hora que separa su elección de su presentación pasará a la llamada «Sala de las lágrimas», donde los elegidos suelen llorar allí en relativa intimidad, ante la magnitud de la responsabilidad que acaban de asumir.