“A mi Johan lo golpearon, le picaron el cuello, le partieron la quijada. Me lo mataron como un perro. Esto no puede quedarse así”, comentó Alexander Coita Sojo en la morgue de Bello Monte
Alexander Coita Soto, exigió justicia por la muerte de su hijo Johan Coita Barreto (12), quien fuera salvamente asesinado, para degollarlo y luego quemar su cuerpo en la entrada de Filas de Marín, San Agustín del Sur la noche del lunes.
El hombre dijo que su hijo que tan solo era “un niño” quedó “irreconocible”. “Lo golpearon, le picaron el cuello, le partieron la quijada. Me lo mataron como un perro. Esto no puede quedarse así”, comentó.
Coita contó que hijo salió de su residencia en la torre D de Terrazas del Alba, hacia la bodega a comprar algo. En la calle fue secuestrado por miembros de la banda de Filas de Marín, quienes se lo llevaron a una zona más alta donde lo asesinaron, los degollaron, lo masacraron y arrastraron por toda la calle ante la mirada de los vecinos.
El padre de la víctima ratificó que esa noche se escucharon disparos, pero “nunca imaginé que se trataba de mi hijo», comentó.
Dijo que el niño no llegó a dormir y pensó que quizás estaba en la casa de otros familiares. Cuando el martes fue a trabajar lo llamaron para decirle que estaba muerto. “Yo trabajo para mantener a mis 5 cinco hijos. Él era uno de los mayores. No me alcanza el dinero y por eso no había logrado llevarlo a estudiar de nuevo. Él tenía 5to grado”, comentó.
El cadáver del niño fue el número 182 del mes de marzo en la morgue de Bello Monte. Extraoficialmente se maneja que algunos miembros de la banda, entre ellos alias “Matute” están en fuga desde el asesinato que comenzó por rivalidades entre bandas.
La misma tarde del martes el Cicpc logró dar muerte en un presunto enfrentamiento a uno de los responsables del crimen conocido como “Alfoncito”.
AA