Después de dos meses de mantener una querella contra su inquilina, apostándose frente a las puertas de su apartamento ubicado en La Candelaria a fin de lograr su desocupación, Meyra Pacheco recibió la resolución por parte de la Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Vivienda, en la que determinó que no podrá recuperar su inmueble debido que la inquilina tiene dos niños en custodia
Tras cumplir dos meses de lucha ante las autoridades contra su arrendataria, durmiendo dos meses en un pasillo a fin de lograr recuperar su inmueble y esperar un largo tiempo por una respuesta favorable por parte de la Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Vivienda -Sunavi-, el fallo que recibió Meyra Pacheco determinó que ella deberá ir un refugio y la inquilina se queda con su casa, por el hecho de tener a cargo dos niños.
Esta mujer, de 58 años de edad y estando enferma de cáncer de mama, duerme en un pequeño pasillo, acompañada de dos sillas y una maleta, los cuales constituyen su precario mobiliario. Hoy en día lamenta que aquel inmueble, ubicado en el edificio Doralta La Candelaria, municipio Libertador y que logró comprar con esfuerzo, ahora pertenezca
a otra persona.
En firme lucha
Hace 10 años, Pacheco compró una vivienda, con el fin de alquilarla y contar con un ingreso económico, mientras trabajaba en la ciudad de New York, Estados Unidos, “allí estuve por más de seis años cuidando niños, en casa de familia para poder adquirir una vivienda, pero ahora que regreso a pasar mis últimos años de vida con mi madre en mi casa, no puedo gozar de ella”.
Cuenta que lo peor de toda esta situación, no son los 60 días de estadía que lleva conviviendo en un pasillo, ni mucho menos los servicios que cancela del apartamento, sino el grave estado de salud en el que se encuentra y sin poder contar con la estabilidad económica, vivienda, ni mucho menos ayuda gubernamental.
“Después de sufrir todas estas calamidades y costear una cantidad de tratamientos médicos para sobrellevar mi enfermedad, recibo esta noticia que pone evidencia que este organismo no tiene equidad a la hora de emitir una resolución, me parece indignante que después de haberme convertido en una propietaria, sea actualmente una refugiada, que aún desconoce el albergue”, lamentó.
Apadrinados
La propietaria del inmueble señala que la ocupante no cruza palabras con ellas y a pesar que no ha recibido amenazas, ha tenido que soportar sus risas y bailes cada vez que realizan sus cotidianas fiestas que hace dentro del inmueble. Sin embargo, sospecha que los ocupantes tengan una vinculación con el Gobierno.
Pacheco, indignada, aclaró una vez más que el sólo hecho de haber vivido un largo tiempo fuera del país no confirma que sea una persona de recursos económicos, “sólo soy una mujer que rentó un inmueble y con la esperanza de recuperarlo con la ayuda de mi comandante Chávez, quien ahora que falleció, pienso que quedé inmersa en el abandono”, concluyó.
Radicalizar su protesta
“Dispuesta a todo”, fue como se declaró Meyra Pacheco, quien consternada e indignada antes las políticas implementadas por la Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Vivienda –Sunavi- asegura mantener su lucha por recuperar un inmueble.
“Es imposible que comience a vivir en un albergue, donde tendré que esperar más años para ser adjudicada a una vivienda concedida por el Ministerio de Vivienda y Hábitat, cuyo ente le da prioridad aquellas madres embarazadas y con hijos, condición que no tengo yo”.
Mairy Chourio / mchourio@diariolavoz.net / @mairychourio