El diario «The Wall Street Journal» acusó hoy al Gobierno venezolano de «silenciar» al canal de televisión Globovisión, cuyos propietarios anunciaron esta semana que están en negociaciones para venderlo por problemas económicos.
«El Gobierno de Venezuela puso al señor (Guillermo Zuloaga) fuera del negocio para acallar la última voz importante de la televisión que no está bajo su control», asevera un editorial del diario bajo el título «Venezuela saca a otro crítico. El propietario de la última televisión independiente se da por vencido».
El diario, que afirma que este caso muestra «cómo los dictadores exprimen la vida de la democracia, incluso cuando permiten elecciones libres», señala que el canal tuvo que lidiar con el hecho de que el Ejecutivo «presionó a las empresas venezolanas, que dependen de contratos con el Gobierno en la economía dominada por el petróleo, para detener la publicidad en Globovisión».
Pese a que Zuloaga dijo en una carta a los empleados que la compañía se había convertido en «inviable» económica, política y legalmente, el diario neoyorquino afirmó que más bien se trata de una acción del Gobierno para «silenciar» a un canal crítico.
Globovisión denunció a finales de febrero que el Gobierno la había sentenciado «a muerte» por no incluirla entre los canales que transmiten en la Televisión Digital Abierta, lo que supondrá su desaparición cuando se produzca el apagón analógico.
Respecto al posible nuevo propietario, Juan Domingo Cordero, quien ha presentado una propuesta de compra, el editorial lamentó que «es poco probable que desafíe el punto de vista del gobierno».
A mediados del año pasado, Globovisión pagó «bajo protesta» una multa de 2,1 millones de dólares para evitar un embargo de bienes ordenado por el Tribunal Supremo de Justicia tras ser acusado de apología del delito en la cobertura de un motín registrado en junio de 2011 en una prisión cercana a Caracas.
Desde 2010, un 20 % de las acciones del canal está bajo control del Estado después de que el Gobierno expropiara todos los bienes de Nelson Mezerhane, quien tenía esa participación y era dueño del Banco Federal, intervenido por supuestos problemas de liquidez.
Pese a que ya se han iniciado las negociaciones para la venta, Zuloaga señaló que no se concretará hasta después de las elecciones presidenciales del 14 de abril, para definir al sucesor del fallecido Hugo Chávez. EFE