«El balance es extremadamente positivo; esta interacción con la policía española ha sido muy buena, hubo un gran intercambio de conocimientos», dijo a periodistas el capitán Gilberto Martins, comandante de la unidad de control de multitudes del batallón de choque de la policía militar de Rio.
«Ha sido extremadamente provechoso para la planificación y el desarrollo de acciones que realizaremos cuando lleguen los grandes eventos» previstos en la ciudad: la Copa Confederaciones en junio, el Mundial en julio de 2014 y los Juegos Olímpicos en agosto de 2016.
En la sede del batallón de choque, gritos y consignas de falsos manifestantes salen de los altoparlantes, mientras los policías, divididos en grupos, lanzan bombas de humo azul para acercarse a ellos en medio de la confusión.
Luego lanzan gases lacrimógenos y comienzan a disparar las balas de caucho contra perfiles humanos de madera para disuadir y dispersar a la multitud.
«Les hemos mostrado la forma de actuación y la legislación de la policía española y europea en general en relación al control de masas, la planificación y el desarrollo de grandes eventos y con los grandes centros de coordinación», explicó Juan Francisco Espinazo Molina, jefe de la Brigada Central de Escoltas de España.
«La experiencia ha sido muy satisfactoria (…) Tienen una alta calificación, protocolos bien diseñados y están perfectamente capacitados para enfrentar los grandes eventos que se aproximan en Brasil y en Rio», agregó.
En 2013, 4.520 policías de Rio serán capacitados en cursos dedicados a los grandes eventos por medio de acuerdos con la policía española, estadounidense y de convenios con instituciones brasileñas, según el gobierno del estado.
AFP