Los homicidios de Enrique Flores (52) y Alfredo Enrique Flores González (17), a m anos de antisociales, ocurrieron en el interior de una vivienda, en el sector Brisas del Avila, en la carretera vieja Petare-Guarenas
Un adolescente fue asesinado por haber presenciado un asesinato, y su padre corrió con la misma suerte porque trató de defenderlo. El hecho se registró dentro de una vivienda en el sector Brisas del Ávila, a la altura del kilómetro 9 de la carretera Petare-Guarenas.
Las víctimas fueron identificadas como Enrique Flores (52) y Alfredo Enrique Flores González (17).
El lunes a las 12:30 de la madrugada, unos sujetos rompieron con objetos contundentes la ventana panorámica de la casa donde dormían los integrantes de la familia Flores González, e ingresaron por el cuarto donde reposaban dos niñas de 9 y 14 años.
Los delincuentes llegaron a la habitación de Alfredo Enrique y debido al ruido se despertaron los otros familiares. Cuando el señor Enrique Flores llegó a la habitación encontró que a su hijo lo apuntaban con una pistola, se interpuso para que no le hicieran daño, pero resultó baleado junto con el adolescente.
En una grúa de la familia, los trasladaron al hospital Domingo Luciani, de El Llanito, donde falleció el padre a las 4:00 de la madrugada. Le habían dado cuatro tiros, en pecho, abdomen, pierna y brazo.
El miércoles a la 1:30 de la tarde dejó de existir el menor, a quien habían herido en el pecho, afectándole un pulmón, y una pierna.
Las autoridades manejan el móvil de la venganza, porque el joven Alfredo Enrique había presenciado un asesinato cometido justamente frente a su casa. Unos sujetos mataron a un hombre conocido como «Leo».
Amenazaron al adolescente para que no hablara, y el joven había guardado silencio, pero decidieron matarlo.
El muchacho era el sexto de 8 hermanos, y estudiaba 4° año en el liceo Nicolás Castro, de La California.
El padre trabajaba como conductor de un camión distribuidor de pollo.
Las autoridades manejan datos para identificar a los homicidas, y los familiares de las víctimas decidieron mudarse del barrio.
AA