Venezuela acusó este sábado de parcialidad a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en una audiencia en la que el Estado caribeño abogó por refundar totalmente el ente, mientras que los comisionados insistieron en pedir permiso para visitar el país.
«Yo me permitiría renovar la solicitud acerca de hacer una visita a Venezuela», pidió el comisionado Felipe González ante el Agente del Estado (venezolano) para los Derechos Humanos, Germán Saltrón.
«Los derechos humanos han sido utilizados durante décadas por Estados Unidos y sus aliados para desestabilizar y derrotar a gobiernos progresistas que dan prueba de independencia», señaló Saltrón.
El representante venezolano señaló que Venezuela «es uno de los estados que tiene una Constitución más avanzada en materia de derechos humanos».
Saltrón utilizó gran parte de su intervención para recordar las demandas expresadas por 18 países firmantes de la Convención Americana de Derechos Humanos la semana pasada, en una reunión convocada por Ecuador en Guayaquil.
Esos países abogaron por un cambio de sede para la CIDH, por sufragar enteramente su operación sin aceptar la contribución de otros Estados observadores y por no permitir que esos observadores puedan tener comisionados en el ente, entre otros cambios.
La CIDH ha emprendido un proceso de reforma interna a causa de críticas de países miembros como Venezuela, y los cancilleres de la OEA se reunirán para aprobar esa reforma el viernes que viene en Washington.
Los países que acudieron a Guayaquil consideran que Estados Unidos o Canadá, países que no han ratificado la Convención, no tienen el derecho a intervenir en ese proceso de debate.
«No es posible tolerar en el siglo XXI (…) que la sede de la Comisión esté en Washington», clamó Saltrón, citando palabras del presidente ecuatoriano Rafael Correa.
Estados Unidos y otros países miembros de la OEA ya han señalado por su parte que las reformas deben ser consensuadas, y que el problema más urgente de la CIDH es su financiación, algo con lo que concuerdan los propios comisionados.
Saltrón aseguró que Venezuela no se opone a una visita de la Comisión, pero que antes sus miembros deberían reconocer que se equivocaron flagrantemente al tener contactos con el gobierno que dio un golpe de estado y detuvo brevemente al entonces presidente Hugo Chávez en 2002.
La Comisión «fue bien recibida (en Venezuela) con posterioridad» al golpe de Estado, recordó Rodríguez.
AFP