A la caza de votos a cuatro semanas para los comicios, el presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, visitó ayer una barriada de Caracas arropándose bajo la figura del presidente Hugo Chávez, mientras el opositor Henrique Capriles continuó su maratoniano recorrido por el país y exigió un debate.
Sirviéndose de un lenguaje religioso que apela a «cruzadas» y «apóstoles», ambos candidatos empezaron a centrar su atención en las calles y en lanzar claras promesas electorales para ganarse el favor de los venezolanos en las elecciones del próximo 14 de abril, que se desarrollarán bajo la sombra de Chávez, fallecido el pasado día 5.
Maduro anunció que a partir de hoy empezará a recorrer «todos los barrios» que su cuerpo le permita predicando el mensaje y el legado del fallecido presidente y su padre político. «Nosotros nos asumimos como los apóstoles de Chávez y las mujeres y hombres que somos ministros y ministras y los dirigentes fundamentales de la revolución anunciamos que nos vamos por las calles de Venezuela, vamos a recorrer todo el país para llamar al pueblo a la organización», dijo desde la favela de Petare.
Allí, Maduro inauguró una cancha deportiva, jugó al baloncesto con los jóvenes del barrio y también bailó al son del rap poniendo el combate a la inseguridad como su principal meta. «Yo quiero ser el presidente de la paz, de la paz absoluta, de la convivencia, de la vida», dijo al eliminar el que fue durante muchos años un tabú para el Gobierno del país, donde según cifras oficiales hay 50 homicidios por cada 100.000 habitantes, convirtiendo a la nación en una de las más violentas de América Latina y el mundo.
Con la figura y el nombre de Chávez planeando constantemente en su discurso, tampoco el difunto presidente faltó en ninguno de sus mensajes de estreno de su cuenta en Twitter @NicolasMaduro. «#ChavezTeLoJuro Que seguiré leal a ti, al Pueblo y a la Revolución! Que te entregaremos la victoria del 14A con más de 10 millones de votos!», dijo Maduro a través de la red social.
En medio de las críticas de la oposición sobre el uso del difunto presidente para réditos políticos, el canl del Estado estrenó el programa «Aló Comandante», que recopila los mejores momentos del célebre programa «Aló Presidente», que Chávez condujo durante 13 años.
Mientras, el candidato opositor, Henrique Capriles, seguía inmerso en su «cruzada» por el país con una visita al estado Falcón (noroeste), donde pronunció un encendido mitin, y otra al estado petrolero del Zulia (oeste), en el que realizó junto a miles de seguidores una caminata que culminó también en un discurso.
«Falta menos de un mes. Gano la Presidencia y voy a decretar un aumento del salario mínimo por lo menos del 40 por ciento», prometió Capriles a sus seguidores en su voluntad de compensar la devaluación del 31,7% del bolívar que el Gobierno decretó el pasado 8 de febrero.
El líder opositor, que ya estaba prácticamente sin voz, volvió a retar a Maduro a un debate mostrándose convencido de que su rival no aguantaría «ni cinco minutos». «¿Verdad que el país se merece un debate? Pero los cobardones no van a debates. ¡Vamos a un debate, no se escondan, el pueblo quiere debate!», exclamó Capriles en Falcón.
En un tono mucho más agresivo y frontal que el que lució en las pasadas elecciones de octubre, cuando perdió ante Chávez por un 44% de los votos, Capriles gritó hoy a su contendiente: «¡Nicolás, no te vistas que no vas, chico!». Se comprometió a acabar con la «larga lista de problemas» del país, como la inseguridad, la escasez, los apagones eléctricos o la falta de agua y también acabar con la «regaladera» de dinero y petróleo a países aliados del actual Ejecutivo como Cuba o algunos países de centroamérica y el Caribe.
«Se acabó la regaladera de dinero a otros países, lo primero es resolver los problemas económicos del pueblo», sentenció. Entre promesas, acusaciones y amenazas, la precampaña venezolana también tuvo a Estados Unidos como protagonista.
Mientras Maduro alertó al presidente Barack Obama de que «funcionarios del Pentágono y de la CIA» están detrás de planes para asesinar a Capriles junto a los exembajadores Roger Noriega y Otto Reich, el Poder Electoral rechazó unas declaraciones del Departamento de Estado sobre los venideros comicios.
Al considerar «irrespetuoso» un comunicado de EEUU que instaba a celebrar unos comicios «con los altos estándares democráticos del hemisferio», el Poder Electoral ratificó que el próximo 14 de abril Venezuela celebrará unas elecciones «libres, transparentes y justas».
EFE