La misa de inauguración o entronización de Francisco como papa de la Iglesia católica que tendrá lugar este martes es un rito relativamente reciente que sustituyó a la vieja coronación de los pontífices. Antiguamente, los papas eran coronados en el balcón de la basílica de San Pedro con la triple tiara papal, que simbolizaba que su titular es padre de príncipes y reyes, gobernador del mundo y vicario de Jesucristo.
El último papa coronado fue Pablo VI en 1963. Su sucesor Juan Pablo I anuló esa ceremonia en 1978, sustituyéndola por una misa abierta al público en la plaza de San Pedro a la que acuden jefes de Estado y legaciones diplomáticas.
Juan Pablo II después y el papa emérito Benedicto XVI también renunciaron a la coronación al considerar que no responde a los tiempos modernos.
La liturgia de esta misa, cuyo nombre oficial es de inicio del «ministerio petrino» del obispo de Roma, comenzará con una oración del papa frente a la tumba de San Pedro junto a 10 patriarcas de las iglesias católicas de oriente para escenificar la unidad de los ritos latino y oriental.
Desde la tumba, situada bajo el altar mayor de la basílica de San Pedro, partirán en procesión hacia el exterior mientras entonan una letanía invocando a los santos. Ya en la plaza, y antes de empezar propiamente la misa, Francisco recibirá el famoso anillo del pescador, símbolo del papado como «pescador» de almas en referencia al apóstol Pedro, que le será colocado en el dedo anular de su mano derecha.
Francisco eligió un modelo que perteneció a Pablo VI que representa la imagen de Pedro con las llaves del cielo. Es un anillo de plata bañado en oro, en el que se graba su nombre y su sello.
El escudo de Francisco será el mismo que tuvo como arzobispo de Buenos Aires. Sobre un fondo azul, aparece el sol y las iniciales de Jesucristo —propio de la orden jesuita a la que pertenece_, una estrella en alusión a la virgen María y una flor de nardo por San José. Su lema en latín es «Miserando atque Eligendo», en referencia al texto evangélico que recuerda como Jesús llamó a su lado a Mateo, un pecador público.
Cuando fallece el papa, ese anillo se destruye. También se impondrá sobre los hombros del nuevo pontífice el palio, tejido de lana de corderos. Se trata de una banda blanca con cinco cruces rojas, que simboliza la autoridad pastoral y el servicio al pueblo de Dios.
En última instancia, seis cardenales en nombre de todo el colegio cardenalicio harán promesa de obediencia al nuevo pontífice. Finalizado el ritual, Francisco quedará oficialmente investido como el papa número 266 de la historia de la Iglesia católica.
AP