Con buen aspecto y sonriente, la reina Isabel II de Inglaterra reapareció ayer en público después de casi dos semanas sin compromisos oficiales con el fin de recuperarse de una gastroenteritis. La soberana, que el mes próximo cumplirá 87 años, acudió a la estación de metro de Baker Street, con motivo del 150 aniversario del suburbano de Londres, junto a su marido, el duque de Edimburgo, de 91 años, y la duquesa de Cambridge, Catalina, esposa de su nieto el príncipe Guillermo.
Isabel II, que en dos semanas solo se dejó ver en público una vez, llegó a Baker Street ataviada con un conjunto de vestido y abrigo color crema, con sombrero a juego, y bautizó un tren con su nombre tras pasearse por los andenes. Una gastroenteritis provocó la hospitalización de la reina el pasado 3 de marzo durante 24 horas tras la cual se trasladó a su residencia, el palacio de Buckingham, donde ha guardado reposo desde entonces.
Pese a que el pasado día 11 tenía previsto retomar su agenda pública con una ceremonia religiosa por el Día de la Commonwealth, finalmente su asistencia se anuló para seguir «recuperándose» de su dolencia aunque ese día reapareció brevemente en público para firmar un tratado por la igualdad de derechos. Su hijo el príncipe Andrés, el duque de York, afirmó pocos días después que su madre no estaba enferma y que la cancelación de su agenda se debía a una «medida de precaución» al ser «más sensato» no arriesgar su salud.
A su llegada ayer a Baker Street, una de las estaciones más antiguas del metro londinense, la Reina fue recibida por el delegado de la autoridad del transporte en Londres, Peter Hendy, y el director del suburbano, Mike Brown. Antes de bajar a los andenes para encontrarse con los encargados del mantenimiento y los trenes, Isabel II tuvo la oportunidad de charlar con el personal de la estación.
Junto con su esposo y la duquesa de Cambridge, ésta última enfundada en un abrigo azul oscuro con un moderno tocado negro en la cabeza, la soberana contempló un vagón fechado en 1892, que ha sido totalmente restaurado. Posteriormente, descubrió una placa en la que se bautiza con el nombre de «Reina Isabel II» a uno de los nuevos trenes tubulares que recorrerán el subsuelo de la capital británica.
La última vez que la soberana visitó el metro fue en febrero de 2010, cuando se acercó hasta la estación de Aldgate (al este de la ciudad) para contemplar la placa conmemorativa de las víctimas de los atentados terroristas del 7 de julio de 2005.
Agencias