El ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, firmó el expediente para elevar ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), la solicitud de declarar a la memoria de la cultura Mapoyo como patrimonio inmaterial de la humanidad.
«En nombre del Gobierno Bolivariano procedo a firmar esta nueva solicitud para seguir haciendo grande nuestra riqueza cultural, diversa, profunda y de la cual nos sentimos profundamente orgullosos», expresó Jaua durante un homenaje a las 11 cofradías de los Diablos Danzantes de Corpus Christi.
El canciller de la República recordó que ya le tocó el privilegio de elevar ante la Unesco la solicitud de declaratoria de patrimonio cultural de la humanidad de los Diablos Danzantes de Cospus Christi y el segundo la parranda de San Pedro, que ya fue introducido ante la Unesco para su consideración como patrimonio inmaterial. «Y ahora la cultura Mapoyo y su bonita tradición, resguardo de esa espada que no tenemos la menor duda les fue entregada por nuestro libertador Simón Bolívar», dijo.
Según los testimonios de los ancestros, Bolívar llegó a esas tierras para solicitarle a los hombres del pueblo que lucharan con el ejército Libertador contra los realistas. Como señal de agradecimiento, el Padre de la Patria les obsequió una espada que guarda con cuidado la comunidad y les entregó el territorio que hoy habitan.
La lengua mapoyo está catalogada por la Unesco como una lengua «en situación crítica», debido a que actualmente existen pocos hablantes de ese idioma y algunos tienen severas limitaciones en su competencia. Este aspecto es uno de los que sustenta la elaboración del expediente para la solicitud de su incorporación a la Lista de Salvaguardia.
Los mapoyo son un grupo indígena de filiación lingüística Caribe, de aproximadamente 400 personas, que habitan a lo largo del Río Orinoco, en el municipio Cedeño del estado Bolívar, y actualmente poseen un sistema de gobierno estructurado por una capitanía vitalicia y hereditaria, cuyo poder se funda en la capacidad para el diálogo, el consenso y el respeto hacia la voluntad del colectivo.
Por su parte, el viceministro de Diversidad Cultural, Benito Irady, comentó que desde hace tres años se viene trabajando con los mapoyo para que se reconozca esta lengua como patrimonio cultura de la humanidad. «Se viene trabajando desde hace tres años con la orientación del propio capitán y de los líderes de esa comunidad, a fin de poner a la luz del mundo la grandeza de una cultura, de una de tantas de nuestras lenguas que se hablan en Venezuela como una cultura de condición extraordinaria y lograr ese reconocimiento», expresó.
Irady mencionó que también están trabajando en otros expedientes para que sean elevados hasta la Unesco, como la fiesta de los Vasallos de San Benito de Palermo, que compromete a los estados Zulia, Táchira, Mérida y Trujillo, y que será entregado el próximo año antes del 31 de marzo.
Además, fibras ancestrales y técnicas para el tejido en red en el ajuar doméstico del oriente venezolano; María Lionza que compromete sobre todo a los estado Yaracuy y Lara; los conocimientos y tradiciones alimentarias de la cuenca media del Río Orinoco; el joropo; el carnaval de El Callao, estado Bolívar; la celebración de las Turas en el estado Falcón, Lara y Yaracuy; técnicas artesanales en la región andina y los palmeros de Venezuela.
El viceministro de Diversidad Cultural comentó que estos temas lo trabajarán para que sean postulados desde 2013 hasta 2019.
AVN