El Jefe de la Fracción Parlamentaria de Acción Democrática en la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, consignó en el Palacio de Miraflores una nueva solicitud de audiencia para abordar el tema de los prisioneros, exiliados y diputados sometidos a persecución judicial, con el Presidente Encargado de la República, Nicolás Maduro.
“Consideramos pertinente retomar el planteamiento ante el Ejecutivo Nacional solicitando formal audiencia al señor Presidente Encargado de la República, una vez que finalizaron los hechos sobrevenidos que impidieron la eficiencia de las gestiones iniciadas en el mes de noviembre pasado relacionadas con la liberación de prisioneros, regreso de exiliados y fin de la persecución judicial contra un grupo de diputados principales y suplentes de la Asamblea Nacional”, explicó el parlamentario en las afueras del Palacio de gobierno.
Zambrano recordó que en diversas oportunidades el fallecido Presidente Chávez emitió opiniones sobre el tema, entre ellas la relacionada con la debida atención a la salud de quienes estaban padeciendo enfermedades, no sólo de prisioneros sino también de un grupo importante de exiliados. “El Presidente Hugo Chávez informó a los venezolanos que se había entregado a la ciencia con la voluntad de vivir, hecho que en similares circunstancias aplica para quienes en prisión y fuera del país padecen enfermedades terminales”, comentó.
De igual forma, el también Vicepresidente de Acción Democrática hizo votos porque la campaña electoral no se traduzca en un nuevo factor que ocasione el retraso en la toma de decisiones. “Entendemos que perfectamente la campaña puede avanzar por su lado y la instrumentación del diálogo puede concretarse al margen del evento comicial del 14 de abril. No hay razón necesaria para no iniciar el diálogo en términos perentorios, adicionando igualmente no pueden convertirse en protagonistas los radicales que castigan una decisión favorable del Ejecutivo”.
Sostiene que alejarse del diálogo acerca la violencia. “No existe ninguna razón valedera para ceder ante los radicalismos que fingen defender decisiones de carácter colectivo e ideológicas, los riesgos calculados en política, cuando se trata de la defensa de la defensa y protección de los derechos humanos, se traducen en un delito de lesa humanidad”, concluyó.