La playa turística de Ipanema en Río también permaneció en la oscuridad por 60 minutos, la consigna de la campaña que se originó en Australia en 2007.
En Sao Paulo, la alcaldía dejó sin iluminación ocho monumentos, entre ellos el Teatro Municipal, el Obelisco de Ibirapuera y el estadio de fútbol Pacaembú desde las 20H30 locales (23H30 GMT) y durante una hora.
Buenos Aires también se sumó a la campaña: el Obelisco, el Planetario y otros monumentos y edificios públicos quedaron a oscuras desde las 20H30 locales (23H30 gmt)
En Argentina, la «Hora del Planeta» se enfocó este año en la protección del mar, dijo a la AFP Agustina Ruiz Huidobro, de la Fundación Vida Silvestre.
«Nos reunimos medio centenar de voluntarios en el Planetario, cuyas luces se apagaron. Allí armamos un 60 con velas», contó la mujer.
En la bulliciosa Nueva York, el emblemático Empire State Building dejó de brillar durante una hora.
La «hora del Planeta» dio inicio en Sídney, apagando las luces a las 20H30 (09H30 GMT) en medio de una salva de aplausos de una pequeña multitud que se reunió para admirar el sombrío horizonte y el halo verde que rodeaba a la ópera de Sídney, como símbolo de las energías renovables.
Los organizadores del evento esperaban que cientos de millones de personas de más de 150 países apagasen las luces por 60 minutos a las 20H30 de cada lugar en una muestra simbólica de apoyo al planeta.
«Es muy emocionante», dijo Jessica Bellamy, una habitante de Sídney. «Ha sido una noche muy inspiradora porque se trata de esperanza y cambio».
A oscuras también la puerta de Brandeburgo en Berlín, las cataratas del Niágara, la torre más alta del mundo, Burj Jalifa, en Dubai, donde la fuente musical y sus chorros de agua estaban en silencio y a oscuras, igual que el centro comercial y los hoteles de las inmediaciones.
Se apagaron las fortificaciones de Dubrovnik en Croacia, la vieja ciudadela de Erbil en Kurdistán… y lugares nuevos como las plazas Al Jundi y Palestina en Gaza, la Sirena de Copenhague, la réplica del David de Miguel Ángel en Florencia.
En Moscú, el Kremlin se quedaba a oscuras por primera vez la noche del sábado, por deseo expreso del presidente Vladimir Putin. La catedral de San Basilio, con sus cúpulas de colores en la plaza Roja, al lado del Kremlin, y 90 edificios célebres de la capital rusa también se apagaron.
«Lo que comenzó como un evento en Sídney en 2007 con dos millones de personas, se ha convertido en una tradición en todo el país y en todo el mundo», dijo Dermot O’Gorman, director del Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF) en Australia, movimiento creador de la iniciativa.
Ahora lo siguen «cientos de millones de personas», aseguró a la AFP el cofundador y director de la operación Andy Ridley.
«El año pasado, participaron 7.000 localidades de 152 países, un aumento del 30% respecto al año anterior», se congratuló. Este año el movimiento sedujo a países como Palestina, Túnez, Surinam y Ruanda.
«En Asia-Pacífico, el motor económico del planeta, es donde se amplifica más porque en todas partes la gente está confrontada a problemas medioambientales», explicó Ridley.
En la capital china, las luces fueron apagadas en el Estadio Olímpico de Pekín «Nido de Pájaro», mientras que en la zona comercial de Shanghai los edificios a lo largo del famoso Bund participaron en el evento.
Japón apagó sus luces poco después de Australia. La iluminación de la Torre de Tokio fue apagada mientras que se invitaba a los visitantes a pedalear en bicicletas para generar energía iluminando así una obra de arte en forma de huevo.
En el noreste del país, los habitantes encendieron velas para apoyar esta campaña y rendir homenaje también a las víctimas del sismo y tsunami gigantes que arrasaron esta región en marzo de 2011, indicaron los organizadores.
El paisaje de Hong Kong parecía desvanecerse en medio de las sombras de la noche cuando las luces de neón y las llamativas pancartas publicitarias que habitualmente iluminan el cielo se apagaron, dejando al puerto en la oscuridad.
En Singapur, una multitud de cerca de 1.000 personas observaron el espectáculo desde una plataforma flotante, donde poco después tuvo lugar una vibrante representación musical.
La capital india, Nueva Delhi, apagó las luces de algunos de sus monumentos más emblemáticos como el Qutab Minar, la tumba de Humayun y el gran Fuerte Rojo.
En París, la Torre Eiffel se apagó a la hora prevista con los aplausos de unas 200 personas. Otros monumentos célebres como la catedral de Notre Dame o el Arco del Triunfo también siguieron el movimiento.
En España se apagaron las luces en cientos de ciudades y algunos hoteles de lujos proponían cenas a la luz de las velas.
Ciertos monumentos de los más célebres de Austria, como el Ayuntamiento de Viena o el castillo de Salzburgo.
La operación «Earth Hour» también cuenta con apoyos espaciales.
«Desde aquí, en el espacio, se ve muy bien hasta qué punto nuestro planeta necesita protección», declaró el cosmonauta ruso Roman Romanenko a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) con el estadounidense Thomas Marshburn y el canadiense Chris Hadfield.
«Su vida depende de nosotros, de nuestra actitud, pero también de nuestra manera de utilizar sus recursos. Apoyen ‘Earth Hour’ a las 20H30 el 23 de marzo para mostrar que la suerte de la Tierra es importante para usted», expresó en un mensaje grabado en el ISS publicado en Youtube.