Desde el mediodía de ayer, luego de la misa, los devotos del Nazareno llevaron Crisantemos, Ave del Paraíso, Margaritas y Orquídeas para el santo
Con unas 70 docenas de lirios morados, además de Crisantemos, Ave del Paraíso, Margaritas y otras flores, entre ellas Orquídeas, se adornó la imagen de Jesús de Nazareth, desde el mediodía de ayer. Los promeseros donaron los arreglos florales, en gratitud y pago de favores concedidos a la imagen más venerada durante la Semana Santa. La túnica que lucirá hoy el santo fue obsequiada por la directiva del Colegio Divino Niño de Ocumare del Tuy, la cual fue confeccionada con perlas y canutillo; además lleva un cordón dorado. El cirineo, también estrenará atuendo, donado por los feligreses.
El presidente de la Sociedad del Nazareno, Héctor José Azuaje, y el colaborador Rubén Melo, indicaron que la imagen fue adornada con la colaboración de los promeseros de las sociedades del Cristo de Súcuta, La Cruz, María Magdalena, La Dolorosa y Los Cargadores, recientemente registrados. Informaron que para hoy se tiene previsto la realización de tres misas en horario de 8:00 a.m., 10:00 a.m. y 12 del mediodía. “Finalizada la última homilía, la imagen del Nazareno partirá en procesión desde el templo y durante el recorrido por la avenida Rivas, calle Campo Elías y El Calvario, se irá encontrando con La Dolorosa, San Juan, La Verónica y La Magdalena. Posteriormente las imágenes permanecerán por varias horas en La Cruz de El Calvario, y luego serán llevadas al templo, con retorno por la calle Campo Elías y avenida Miranda.
Testimonio de fe
Desde muy tempranas horas feligreses y promeseros del Nazareno se dan cita en la Iglesia para acompañar al santo en cada misa y agradecer con su presencia y devoción los favores concedidos, que en su mayoría son peticiones para sanar enfermedades y en casos extremos salvar la vida de una persona que está a punto de morir. Esta última bendición fue concedida a Del Valle Acosta, quien suplicó por la vida de su hermana, cuando estuvo a punto de morir ahogada en una playa y gracias a los ruegos al Nazareno se salvó milagrosamente. “Treinta años después, continúo asistiendo a las procesiones, pese a que mi promesa fue de siete años. Pero mi gratitud y devoción es tan inmensa, que mientras tenga vida acompañaré al Nazareno cada Miércoles Santo”, dijo Del Valle Acosta.
MIP-TUY Agencia