(LaVoz/AA).- El pequeño Sebastián Gabriel Bermúdez Hernández, de 3 años de edad, murió cuando era trasladado hasta el hospital de Los Magallanes de Catia por su abuelo, con una herida de bala en el hemitórax derecho. Estaba en su vivienda la noche del lunes cuando varios adultos manipulaban un arma de fuego, el tiro se escapó y lo hirió mortalmente.
Por el hecho hay cuatro detenidos, dos son primos del niño, una jovencita y un muchacho. La Policía Científica cree que este último fue quien tenía la pistola en sus manos cuando sonó el tiro y Sebastián Bermúdez cayó herido. Estaban en la casa de su abuela, en la calle Ucrania, vivienda número 3 de Los Magallanes de Catia.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 7:20 de la noche. Aunque había cuatro adultos en la casa, casi todos mintieron con respecto a cómo sucedió el hecho. Dijeron que el niño tomó el arma por descuido y de pronto escucharon el tiro. Para mayor sospecha la pistola incriminada había desaparecido.
Los efectivos de la PNB que estaban de guardia en el hospital dejaron detenido a un primo del niño, por ser sospechoso del hecho. Cuando la División contra Homicidios y el Eje Oeste del Cicpc iniciaron las averiguaciones, se percataron de que la versión no cuadraba con los hechos. Científicamente era imposible que Sebastián Bermúdez, con sus 3 años de edad, hubiera tenido la fuerza, la pericia y la dirección para darse un tiro en el tórax, además de eso, la pistola no aparece.
Los cuatro adultos que estaban en la vivienda fueron sometidos a interrogatorios. Entre los detenidos estaba el abuelo, su primo, una prima que estaba presente en la habitación donde cayó el niño y otro allegado. Todos serán sometidos a experticias de ATD, para determinar quién accionó el arma que le quitó la vida al niño.