La tensión en la Península Coreana ha aumentado, después de múltiples amenazas de Pyongyang de una respuesta armada a las maniobras conjuntas del Sur y Estados Unidos, y a las sanciones de la ONU tras el ensayo nuclear norcoreano del mes pasado
PYONGYANG. Corea del Norte puso a su ejército en situación de estar listo para el combate este martes y ordenó a las unidades de misiles «estratégicos» que estén preparadas para posibles disparos contra el continente de Estados Unidos y las islas de Hawai y Guam, en el Pacífico.
Corea del Norte ya había amenazado el jueves con atacar las bases militares estadounidenses en Japón y Guam para replicar a los vuelos de entrenamiento de los bombarderos estadounidenses B-52 en Corea del Sur.
La tensión en la Península Coreana ha aumentado, después de múltiples amenazas de Corea del Norte de una respuesta armada a las maniobras conjuntas del Sur y Estados Unidos, y a las sanciones de la ONU tras el ensayo nuclear norcoreano del mes pasado.
Un comunicado del comando supremo del Ejército Popular de Corea, difundido este martes en medios de comunicación oficiales norcoreanos, ordenó a «todas las tropas de artillería incluyendo a las unidades de misiles estratégicos y las unidades de artillería de largo alcance que sean colocados en preparación para combate de clase A».
Las unidades deben estar preparadas para atacar a «todas las bases militares estadounidenses en la región Asia-Pacífico, incluyendo al continente de Estados Unidos, Hawai y Guam», así como en Corea del Sur, afirma este comunicado, difundido por la Agencia Central de Noticias Coreana (oficial).
Según un portavoz del ministerio de Defensa de Corea del Sur, «por ahora, no habido ningún movimiento de tropas excepcional».
La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, advirtió a Corea del Norte que su «camino para sobrevivir» era abandonar sus programas nucleares y de misiles, en una ceremonia de homenaje a los marinos de la corbeta «Cheonan». En marzo de 2010, 46 marinos surcoreanos perecieron en el torpedeo de la corbeta «Cheonan», atribuido por una investigación internacional a Pyongyang, que lo desmintió.
Por su parte, China afirmó «esperar que las partes (…) se conduzcan con moderación para atenuar la tensión».
A pesar de su exitoso lanzamiento de un cohete de largo alcance en diciembre –que Corea del Sur y sus aliados asimilaron a un misil balístico–, numerosos expertos creen que a Corea del Norte le faltan años para desarrollar un verdadero misil balístico intercontinental que pueda alcanzar al territorio de Estados Unidos.
Hawai y Guam también estarían fuera del alcance de sus misiles de mediano alcance, que sin embargo serían capaces de golpear las bases militares estadounidenses en Corea del Sur y Japón.
El líder norcoreano Kim Jong-Un ha realizado en las últimas semanas visitas de inspección a una unidades de fuerzas que se encuentran cerca de la línea divisoria con Corea del Sur.
La línea divisoria de hecho (la llamada Linea Limítrofe Norte) no es reconocida por Pyongyang, alegando que fue unilateralmente determinada por las fuerzas de la ONU después de la guerra de Corea, entre 1950 y 1953.
El sábado, la agencia oficial KCNA indicó que Kim, quien realizó una visita de inspección a una unidad de fuerzas especiales, le ordenó que actuara «a la velocidad de la luz» en caso de que estalle una guerra.