El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina exigió que Gran Bretaña acceda a conversaciones sobre la soberanía de las islas Malvinas, pero el gobierno británico nuevamente se negó y destacó una reciente votación donde una mayoría arrolladora de los habitantes del archipiélago votó a favor de que éste siga siendo territorio británico.
Héctor Timerman habló el martes en la sede de Naciones Unidas, donde calificó de «ilegal» el referendo e dijo que es «verdaderamente lamentable» que Gran Bretaña haya rechazado 40 resoluciones del Comité de Descolonización de la ONU, que piden negociaciones entre los dos países sobre la soberanía de las islas.
Timerman estuvo en una conferencia de prensa acompañado de representantes de las principales organizaciones latinoamericanas y caribeñas y manifestó que quiere demostrar la unidad de la región en apoyo al reclamo argentino por las islas y a su demanda de negociaciones sobre su soberanía.
Las islas en el Atlántico sur han sido territorio británico desde 1765, pero Argentina acusa a Gran Bretaña de invadir el territorio.
El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant dijo que los habitantes de las Malvinas ejercieron su derecho de autodeterminación, establecido en la Carta de la ONU, en un referendo realizado este mes, en el que 99,8% de los habitantes votó a favor de seguir siendo territorio británico.
«El gobierno de Reino Unido seguirá manifestando que no habrá y no puede haber ninguna discusión sobre la soberanía de las islas a menos y hasta que sus habitantes lo deseen», dijo Lyall Grant. «Sus opiniones son ahora sin duda oficiales y deben ser respetadas por todos».
Timerman condenó la «invasión militar» británica a las Malvinas, pero dijo que Argentina quiere un arreglo pacífico.
El canciller denunció que Gran Bretaña quiere las Malvinas como base militar, con alta tecnología ofensiva cerca del Antártico y cerca de la única vía marítima natural entre el Atlántico y el Pacífico. Calificó esto como una decisión colonialista estratégica.
Timerman también acusó a Gran Bretaña de rehusarse a responder si hay submarinos nucleares o no en el área del Atlántico sur, que es un área de paz donde está prohibido el ingreso de armas nucleares.
Lyall Grant declaró que el reclamo argentino de que los británicos están militarizando el Atlántico sur «es completamente falso».
Después de que Argentina invadió las Malvinas en 1982, Gran Bretaña incrementó su presencia militar para desalentar cualquier operación futura y Lyall Grant aseguró que esto no ha cambiado sustancialmente en los últimos 30 años.
AP