Así lo aseveró el arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino, durante su oficiada misa en la Basílica Santa Teresa, en honor al Nazareno de San Pablo, enfatizando que la religión católica no es gobernada por ningún héroe, sino por Cristo, por lo que llamó a la paz y a la renovación de la fe en esta Semana Santa, a los cientos de religiosos que asistieron
Vestidos con mantas moradas, descalzos, con rosario en la mano y ramos de flores, se congregaron en las afueras de la Basílica de Santa Teresa miles de feligreses a fin de manifestar su devoción al Nazareno de San Pablo y recibir ansiosamente la misa oficiada del Arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, quien inició su discurso afirmando que “ningún líder puede comprarse con Jesucristo”.
Durante la ceremonia, el cardenal pidió a los venezolanos renovar su creencia a Cristo, quien sacrificó su vida “por nosotros, tras haber sido condenado de muerte por un tribunal de judíos por blasfemia”, por lo que expresó que no existe ningún ser humano, héroe o líder político que pueda compararse con Jesús, el cual representa la figura central del cristianismo y por ende la encarnación de Dios .
Afirmó que con este recuerdo comienzan los días más importantes para la religión cristiana y llega el centro de la Semana Mayor. Las muestras de devoción y sacrificio se manifiestan con mayor intensidad por parte de los fieles, quienes siguiendo la tradición, recurren al templo y usan el emblemático manto púrpura para practicar el pago de sus promesas prometidas.
Es por esta razón que la religión católica no puede ser guiada por un ser humano cualquiera. “Se trata del mismo Dios hecho hombre. Nuestra santa religión está basada en Jesucristo, y no podemos rebajarlo a la condición de cualquier persona”, argumentó.
No a la violencia
Tras darle lectura al Evangelio, el Cardenal Urosa hizo un llamado a la renovación cristiana, a la paz en todo el país y por la necesidad de que los venezolanos puedan resolver sus conflictos de manera pacífica. También rechazó la violencia, de las que muchas veces son víctimas los niños, quienes son utilizados “en rituales, y otros que no lograr nacer, porque son asesinados en su proceso de gestación, por lo que repudió el aborto”.
Por otras parte, el Monseñor reiteró que el cristiano no es sólo aquel que se viste de Nazareno y asiste a la misa miércoles Santo, es aquel que cumple los 10 mandamientos, participa a la misas dominicales, cumple con la voluntad de Dios, es digno y ama a sus hermanos bajo la condición gloriosa de ser hijo de Dios y discípulo de Jesucristo.
Manifiestan su devoción
“Viva el Nazareno de San Pablo”, se escuchó que vociferaban cientos de feligreses, a lo que la multitud respondía eufórico “Que Viva”, acompañado de aplausos, personas de tercera edad, en sillas de rueda, niños recién nacidos y adultos en general se congregaron para adorar al santo, mientras que en la cola para entrar al templo quedaron esperando unas mil personas.
Para María Auxiliadora Salas, a
la imagen del Nazareno de San Pablo se le atribuye al milagro que le concedió hace cinco años, luego de superar una delicada intervención quirúrgica, contra el cáncer de mama, “después de recuperarme y gozar de buena salud, le pagué la promesa vistiéndome como él y caminando desde mi casa”.
Experiencia similar que vivió Wilmer Jiménez, quien le prometió caminar desde la parroquia 23 de Enero hasta esta Basílica descalzo y con la cruz acuesta, con la condición de salvar a su madre quien estaba debatiendo entre la vida y la muerte, “hoy en día cada vez que me encuentro en una situación similar me encomiendo a él para solucionar mis problemas”.
Un fuerte operativo de seguridad fue implementado en los alrededores de la Basílica de Santa Teresa ante la llegada de devotos del Nazareno de San Pablo este miércoles santo. Ayer miércoles se efectuaron 18 misas en esa iglesia
Santo de los cantantes
El Nazareno, como se le conoce, no sólo es el santo más importante de los venezolanos, sino que también es conocido en amplios sectores de Latinoamérica. Sin duda, muchos han escuchado y cantado el tema musical que «El Brujo de Borinquen» o «El Sonero Mayor», Ismael Rivera, le dedicó al Cristo Negro.
«El Nazareno me dijo que cuidara a mis amigos, que siguiera cantando cositas lindas y bonitas para ustedes, que son mis queridos amigos», dice el coro de esta canción que sacó al mercado entre 1974 y 1975 y que en Panamá, Puerto Rico y otros países se ha convertido en una especie de himno.
En 1975, Ismael Rivera estaba por retirarse de su exitosa carrera musical debido a la adicción a las drogas que padecía. Los médicos que lo atendieron le advirtieron que era grave y que si no lograba controlarla, su carrera musical habría terminado, por lo que el cantante se encomendó al Nazareno y su situación empezó a cambiar notablemente. La influencia del santo en su vida lo motivó a dejar las drogas y a retomar su destacada profesión
Mairy Chourio mchourio@diariolavoz.net / @mairychourio