Cuando llega el agua, esta localidad del municipio Eulalia Buroz en Barlovento debe permanecer despierta desde la 1 de la mañana hasta que el agua deje de salir por la grifería de sus casas.
Sin agua es imposible realizar una vida tranquila y normal, dice una vecina de la comunidad Las Maravillas quien junto con representantes vecinales han acudido a varias instancias, desde Hidrocapital y alcaldía pero no han podido resolver este inconveniente grave que aqueja a sus familias.
A la una de la mañana tenemos que pararnos escuchando los chorros que suenan con la llegada del agua, nos dice Gladys Colmenares “llenamos todo lo que podemos porque sabemos que es incierto cuándo viene el agua otra vez”. Las familias no duermen en Las Maravillas el día que llega el agua, niños, ancianos y toda la familia se debe activar para poder contar con el líquido durante algunos días.
El problema se mantiene pues las familias no cancelan el servicio, “ Nos llegaban recibos de hasta 400 bolívares. Cómo cree Hidrocapital y el gobierno que una comunidad rural va a poder cancelar estos montos exorbitantes, si apenas se trabaja para comer” dice otra vecina. Los precios no se corresponden a una tarifa de un pueblo y lo dicen en comparación de hasta establecimientos comerciales que en las capitales de municipio pagan eso o menos. La comunidad piensa que una tarifa estándar de 20 bolívares es lo justo que pueden comprometerse a pagar, pero al parecer los acuerdos están más lejos.
La carencia se hace una costumbre y ni la empresa del agua ni la dirigencia comunal se activa para intentar cambiar es estatus de vida de sus integrantes, sin embargo hay quienes si quisieran no tener que seguir pasando por el suplicio, personas con avanzada edad que no alcanzan a tomar agua para llenar sus pipotes o rogar que el camión cisterna de la alcaldía de Buroz, pase repartiendo un poco de agua en la comunidad.
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