Las personas que se dedican a sacrificarse por otros en nombre del amor hasta dejar a un lado sus propias metas por estar pendiente de la pareja, tienen baja autoestima o poca valoración de sí mismo por lo que intentan darle sentido a su vida ayudando a los demás
“El que sufre de codependencia es incapaz de alejarse de una relación enfermiza por cuenta propia, hasta que reconozca su condición y se proponga cambiarla”
Aunque existen conductas que fácilmente se reconocen como trastornos psicológicos tales como la bipolaridad, otras no porque se disfrazan de sentimientos altruistas. Una de ellas es la codependencia: convertimos un vínculo amoroso en un nexo nocivo, en que uno necesita ayuda y el otro se compromete a dársela negando sus propias necesidades y hasta sacrificar tanto su identidad como independencia.
Los dos entonces crean un lazo emocional de necesidad y gratitud. En un comportamiento codependiente además hay una negación de la felicidad debido a que un problema de autoestima está de fondo y un sentimiento de temor paraliza porque no se está preparado para la pérdida o la separación.
1. Necesidad de reconocimiento
En la actualidad, es muy común un tipo de relación en que más que el amor está en juego la dependencia; para otros, la codependencia. Es una conducta que puede estar escondida detrás de algunas manifestaciones de afecto o solidaridad, tales como: buenas intenciones, amor incondicional, entrega y sacrificio. Estos comportamientos, por cierto, son muy alabados en una sociedad, pero, en realidad, se trata de personalidades que necesitan sentirse queridas y admiradas por lo que participan siempre en una relación con una persona que requiere algún tipo de ayuda o presenta algún tipo de adicción.
Asimismo, con la codependencia, se busca generar en el otro la necesidad de su presencia porque; al sentirse necesitado, el codependiente piensa que nunca va a ser abandonado.
Entonces, como lo que provoca adicción es la relación de pareja para llenar un vacío en el codependiente, uno dependerá de otro, para mantenerse en ese nexo que se vuelve destructivo cuando coloca en riesgo la salud mental, física y emocional.
Por lo anterior, la persona que padece este trastorno puede tolerar cualquier cosa como situaciones extremas, malos tratos, humillaciones, abuso emocional, con tal de no enfrentar una separación o por miedo de ser abandonada, porque confunde obsesión y adicción con el verdadero amor que se disfraza de un amor incondicional o sin límites, pero cuando el que recibe los favores no se comporta como el codependiente espera, viene la depresión o más afán de controlar al otro.
Igualmente, las personas que se dedican a sacrificarse por otros en nombre del amor hasta dejar a un lado sus propias metas por estar pendiente de la pareja, tienen baja autoestima o poca valoración de sí mismo por lo que intentan darle sentido a su vida ayudando a los demás. Ellos creen que no merecen ser felices por lo que terminan siempre envueltos en relaciones destructivas.
Finalmente, el que sufre de codependencia es incapaz de alejarse de una relación enfermiza por cuenta propia, hasta que reconozca su condición y se proponga cambiarla, para lo que necesitará poner en claro cuánto le aporta esa relación de pareja, o cuánta felicidad o bienestar le proporciona.
2. ¿Cómo salir de la codependencia?
El primer paso para salir de la codependencia es aceptar que sé es codependiente porque cuando se mantiene una relación de este tipo, se buscan toda clase de excusas para continuarla, así que acabar con ese nexo insano será un gran paso. Y, al mismo tiempo, para aceptar que ese vínculo es destructivo es bueno preguntarse: ¿Realmente disfruto esta relación o no? Si la respuesta es afirmativa es amor; y, en caso contrario, es codependencia.
Al mismo tiempo, declárate como independiente y reconoce tu intimidad, no tienes que compartir todo con alguien en todo momento.
Luego, como la única persona con la que puedes ejercer control es sobre ti mismo, no intentes controlar a otro con un comportamiento tan altruista que tus necesidades no valgan; con manipulación, quejas y/o culpa mientras haces el papel de víctima, sino más bien busca mantener una relación de igualdad, en que tanto tu pareja como tú tengan la misma libertad de acción, individualidad y derecho a conservar su identidad, valores, intereses.
Finalmente, aprende a poner límites e intenta liberarte de los problemas de otros mientras comienzas a entender que tus necesidades son prioritarias porque si no estás bien contigo mismo, es imposible que en algo puedas ayudar a los demás, debido a que en el fondo los codependientes son personas dulces, dignas de confianza y valoran la opinión de los demás pero necesitan curarse para dar lo mejor de ellos.
¿Construyes relaciones no sanas?
*** Del mismo modo que hay diferentes adicciones, como al alcohol, también se puede ser adicto al amor insano. Los codependientes construyen relaciones en que todo se tolera en nombre del amor, incluso el abuso y los maltratos físicos o psicológicos.
*** Cuando se está en un vínculo en que existe una negación a ser feliz para hacer felices a otros sacrificando las necesidades propias, se forma parte de una relación insana de la que se debe salir pronto para evitar poner en riesgo la salud y el bienestar emocional
¿Eres codependiente?
*** Algunas conductas que describen a una persona en esta condición son:
1) centrado más en otra persona que en sí mismo, ya que hay una negación consciente de las propias emociones e incapacidad de hacer frente a ellas;
2) quienes provienen de un ambiente familiar donde ha habido alguna clase de abuso emocional o físico, incluso, sexual, adicción a drogas, como el alcoholismo, por ejemplo, abandono de uno o los dos padres como también de una condición que en apariencia no puedan controlar como la pobreza;
3) conducta controladora, perfeccionamiento, desconfianza: buscan controlar la vida de los demás para no afrontar sus propios problemas y son, por lo general, personas sobreprotectoras que llegan a perder su propia identidad;
4) depresión, frustración y sentimientos de insatisfacción;
5) se niegan también a la confrontación y a los conflictos, lo cual no le permite resolver situaciones que le perturban para llegar a acuerdos;
6) las personalidades paranoicas y esquizofrénicas, fácilmente, se convierten en codependientes
La voz de la mujer
Isabel Rivero De Armas