El candidato de la oposición, Henrique Capriles, protagonizó la noche de este lunes una marcha en Caracas contra la inseguridad, el principal problema del país, en una manifestación teñida por el partidismo a un día del inicio formal de la campaña electoral hacia las presidenciales del 14 de abril.
Capriles recorrió al trote una larga avenida antes de dirigirse a cientos de miles de personas que lo acompañaron hasta una plaza en el este de la capital.
«Mañana (martes) arranca una nueva cruzada por el futuro, y no hay ni una sola propuesta de este gobierno para derrotar la violencia y para darle tranquilidad a los venezolanos (…) Tenemos un compromiso con la vida y la seguridad de todos ustedes», dijo Capriles.
Aunque fue convocada por el comando opositor Simón Bolívar para protestar contra la violencia y «recuperar un país donde podamos caminar de noche», entre los manifestantes no se veían pancartas que aludían al principal problema en el país más violento de Sudamérica, que registró 16.000 homicidios en 2012, comprobó un periodista de AFP.
En cambio, sobre todo proliferaban pintas a favor de Capriles y banderas de su partido Primero Justicia, mientras sonaban gritos en contra del presidente encargado Nicolás Maduro, quien buscará continuar la revolución bolivariana del fallecido mandatario Hugo Chávez.
La violencia ha repuntado en los últimos años en Venezuela, donde los asesinatos se han convertido en un mecanismo para resolver conflictos o aplicar justicia privada, según ONG y analistas, que también destacan una merma de policías y el alto índice de impunidad, que sobrepasa el 90% de todos los crímenes.
«El mayor dolor que puede tener una madre es tener hijos en la calle y no saber si van a regresar», dice entre la muchedumbre María Carolina García, que empuña una enorme bandera de Venezuela.
Para evitar ser víctima de la delincuencia, García, una comerciante de 50 años, cumple el ritual de muchos venezolanos: llegar todas las noches temprano a su casa -custodiada por rejas y vigilancia privada- y aleccionar a sus hijos adolescentes a no usar el celular en la calle y ser precavidos, según dijo a la AFP.
«Estamos cansados, hay que ponerle un stop (detener) al robo, a la matanza», señala Jessica García, de 30 años.
AFP