Aunque muchas personas se han preguntado quienes asistirían a su funeral y cómo sería, siempre queda en eso, en la imaginación. Sin embargo, una estudiante china no quiso conformarse con eso, así que hizo sus propias exequias estando viva para “poder disfrutarlo”.
Zeng Jia, de 22 años, pagó una suma importante de dinero para su urna rodeada de flores. También le pagó a un fotógrafo y a maquilladores para hacerla lucir “muerta”, mientras estuvo acostada e inerte en la urna con su muñeca favorita.
“Me llamó la atención que la gente pase tanto tiempo y dedique tanto esfuerzo a alguien que no puede apreciarlo”, aseguró la estudiante.
Zeng tuvo la idea de hacerse un funeral en vida, tras acudir al entierro de su abuelo. Invitó a familiares y amigos para que la acompañaran en su velorio.
“La experiencia de la muerte me hizo apreciar profundamente la vida”, dijo.
Después de escuchar durante una hora como los dolientes la elogiaban, rodeada de grullas hechas con la técnica de origami, se levantó para acompañar a los deudos.
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