El presidente de Paraguay, Federico Franco, dijo hoy que no hubiera sido «ética» ni «prudente» su presencia en el funeral oficiado en Caracas por el fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez, en marzo pasado.
«No hubiera sido ético ni mucho menos prudente mi presencia en el funeral. Como cristiano, doy mis condolencias a la familia y mi solidaridad al pueblo de Venezuela», afirmó Franco en un encuentro informativo en Madrid, dentro de la visita oficial que realiza a España desde ayer, martes.
Según Franco, «Chávez ha sido responsable de una de las páginas de las historias más negras» de Paraguay, en alusión a la guerrilla del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Acusó a Chávez de apoyar al EPP, grupo armado que opera en las regiones boscosas del noreste de Paraguay y que, de acuerdo con la Fiscalía, recibió adiestramiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El mandatario paraguayo hizo hincapié en «la vinculación de Chávez con las FARC y con el brazo del Paraguay, con el EPP».
Respecto al movimiento bolivariano, encabezado por Venezuela y con Chávez como principal impulsor, Franco subrayó: «Vencimos al bolivarismo gracias a la moción de censura».
Franco hacía así referencia a la moción de censura que en junio de 2012 llevó a la destitución del entonces presidente Fernando Lugo y su ascenso al poder, una decisión que provocó el rechazo de países como los que integran Mercosur y Unasur.
Respecto al movimiento bolivariano, en una entrevista concedida ayer a Efe Franco aseguró que «alguna vez la historia va a reconocer a Paraguay como el país que pudo contener y derrotar al eje bolivariano en su expansión latinoamericana».
En el encuentro informativo de hoy, Franco, que se definió como «un político de centro», marcó una clara diferencia entre el movimiento bolivariano y la izquierda latinoamericana.
Destacó que «el problema de los bolivarianos en ascender al poder y perpetuarse en el poder como consecuencia de la presunta modificación constitucional no es lo mismo que muchos gobiernos de centroizquierda» que hay o ha habido en el continente.
Entre ellos citó el Ejecutivo de Dilma Rousseff en Brasil, el anterior de Luiz Inácio Lula da Silva en ese mismo país o el que encabezó en su día en Chile Michele Bachelet.
«Yo estoy en la bandera tanto del centroizquierda como del centroderecha. Cualquier extremo no es bueno ni la dictadura de izquierda ni la de derecha. El Gobierno de Lula fue bueno, la presidenta Bachelet acabó con un 65 % de popularidad…No es lo mismo los gobiernos bolivarianos que estos gobiernos de centroizquierda, que son normales y previsibles», insistió.
Durante el encuentro informativo, Franco también defendió la legitimidad de su presidencia y recalcó que jamás habría «aceptado ser el presidente de la República si hubiera sido un golpe de Estado.
«Ni me arrepiento ni me avergüenzo de haber obtenido la presidencia en esas condiciones (la moción de censura que supuso la caída de Lugo)», agregó Franco, quien explicó que aceptó el cargo para «iniciar un proceso de desarrollo y crecimiento y sembrar la semilla para el siguiente Gobierno».
EFE