Si no tomas medidas, tus cuentas en Internet se mantienen activas
Es una realidad que muchos vivimos en esta era de globalización y redes sociales: una parte muy importante de nuestras vidas está en Internet. De hecho, es posible que tengas un perfil en las redes sociales, te comuniques con tus amistades por mensaje electrónico, hagas transacciones bancarias y compras en línea. Solo algunas de las múltiples actividades que se hacen a diario en las redes.
Pero, te has preguntado qué pasará con todo ese legado digital después de tu muerte. ¿Cuánto de esa identidad virtual sobrevive? ¿Qué puedes hacer? Precisamente, eliminar el perfil de un ser querido en Facebook, Twitter, o acceder a su cuenta de correo electrónico luego de su muerte, puede resultar largo, burocrático y bastante tedioso para la familia.
Por eso no es extraño que algunos usuarios estén redactando en vida su testamento virtual para que toda esa información quede en buenas manos. “Lo primero que tenemos que hacer es definir nuestro espacio en las redes porque son diversas las actividades que hacemos en línea”, indica la licenciada Julizzette Colón-Bilbraut, asesora de negocios online, redes sociales y disputas cibernéticas.
De hecho, según la experta, las redes sociales como Facebook y Twitter, entre otras, ya cuentan con una plataforma especial para personas fallecidas. Por ejemplo, Facebook tiene un servicio de posteo para personas fallecidas tipo tributo o memorial que rinde culto a los que ya no están. Pero la abogada también advierte que en el mundo digital hay muchas personas con diversas cuentas y contraseñas y si esta muere, nadie más va a poder tener acceso a menos que tome medidas.
“Ahora hay lo que se conoce como digital locker (o almacén digital) y pagas para que almacenen tus cuentas y contraseñas y como en un testamento, designas a una persona para que se encargue de la cuenta cuando mueras”, agrega Colón-Bilbraut. También existe Legacy Locker, un sitio web donde también puedes almacenar toda tu información, así como las claves para entrar. Y a cada una de ellas, le asignas uno o varios beneficiarios que, una vez son confirmados, se les facilita la contraseña.
Pero también puede ser tan sencillo como hacer un listado de tus cuentas en un papel con las contraseñas y se la provees a un familiar o a una persona de tu confianza para que sea la que entre a esas cuentas cuando ya no estés. “No importa el método que escojas, para que pueda ser funcional se requiere que le des mantenimiento y que cada vez que cambies una contraseña, lo hagas en el listado para que el usuario que quieres que se encargue de las cuentas después de tu muerte, las pueda acceder”, recomienda la abogada.
En ese sentido, no sería mala idea que comuniques a tus allegados o a tu abogado tus deseos en torno a qué hacer con tu vida virtual una vez mueras. De la misma forma, también puedes hacer una especie de “testamento de tus redes sociales” y designar a una persona como responsable de esa área, igual que haces con el resto de tus propiedades.
Agencias