Según un semanario alemán, un ciudadano turco se propone introducir en la sala un arma para «impartir justicia, ya que no cabe esperarla de la Audiencia alemana».
BERLÍN. La policía alemana investiga unos supuestos planes de atentado, a perpetrar por un turco, en el juicio contra la superviviente del grupo neonazi «Clandestinidad Nacionalsocialista» (NSU), que asesinó a nueve inmigrantes entre 2000 y 2007. Mientras sigue la polémica por la exclusión de medios turcos o griegos -países de origen de las víctimas- de ese proceso, el semanario Focus apunta a una trama contra Beate Zschäpe, acusada de asesinato múltiple y pertenencia a banda terrorista.
Fuentes policiales confirmaron a ese medio investigar esa pista, después de que un abogado de Hesse (oeste del país), no involucrado en el caso, alertase a la Audiencia Territorial de Munich, donde tendrá lugar el proceso, de esos supuestos planes. Según ese medio, un ciudadano turco se propone introducir en la sala un arma para «impartir justicia, ya que no cabe esperarla de la Audiencia alemana», apuntó el abogado, en el fax enviado a la cámara.
El juicio, que se abrirá el 17 de abril, está marcado por la polémica exclusión de medios turcos o griegos, con el argumento de que se atendieron las peticiones de acreditación por riguroso orden de ingreso. El diario turco «Sabah» ha recurrido al Tribunal Constitucional alemán para reclamar un puesto ante la persistente negativa de la Audiencia a posibilitar la asistencia de esos medios con el argumento de que las 50 plazas previstas ya están adjudicadas.
El caso ha generado una dura controversia en las relaciones entre Berlín y Ankara, que no acepta la explicación del Gobierno de Angela Merkel de que no puede influir en las decisiones del poder judicial. Diversas propuestas alternativas por parte de medios alemanes, que ofrecieron su plaza a sus colegas turcos para posibilitar una presencia de éstos en el proceso, también han sido rechazadas.
Tampoco ha accedido la corte muniquesa a trasladar el proceso a una dependencia mayor o a habilitar una sala contigua para que se pueda seguir desde ahí, por vídeo, el proceso. La ausencia de medios de los países de las víctimas ha encrespado los ánimos ante el proceso, en el que se juzgará a la superviviente de la NSU, Beate Zschäpe, y a cuatro presuntos cómplices del grupo.
La exclusión sigue al cúmulo de negligencias que rodea el caso de la NSU, cuya existencia se reveló en 2011 a raíz del suicidio de dos de sus miembros, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, acosados por la policía tras un atraco a un banco. El grupo llevaba más de una década actuando impunemente, pese a que sus tres miembros constaban en los archivos policiales como neonazis desde finales de la década de 1990.
En total cometieron diez asesinatos -de ocho inmigrantes turcos, uno griego y una agente policial-, además de un atentado con bomba en una estación de Colonia, y se financiaron con atracos a bancos. El caso provocó varias dimisiones en el estamento policial, entre críticas de negligencia o incluso connivencia porque en su momento se atribuyó los asesinatos a «ajustes de cuentas» entre extranjeros.
Mundlos y Böhnhardt se suicidaron en una autocaravana el 4 de noviembre de 2011, tras lo que su compañera, Zschäpe, hizo volar por los aires la casa en la que convivió el trío para destruir pruebas. La superviviente del grupo se entregó cuatro días después y permanece desde entonces en prisión preventiva.
Agencias