El estado brasileño de Acre, en la región amazónica fronteriza con Bolivia y Perú, decretó emergencia social ante un aumento en el ingreso de haitianos que pusieron en aprietos la capacidad del gobierno local de prestarles atención.
La medida fue promulgada el martes por el gobernador del estado, Tiao Viana, como una forma de obtener más ayuda del gobierno federal para contener el ingreso de los caribeños y dar atención a los que se encuentran en territorio brasileño.
«El decreto de emergencia es el reconocimiento formal de la gravedad de la situación, de nuestra incapacidad de resolverla solos y de solicitar más apoyo», declaró Viana al firmar el decreto.
Un comunicado del gobierno estatal de Acre señaló que desde 2010, cuando inició el proceso migratorio, 4.300 haitianos han ingresado a ese estado por las ciudades de Epitaciolandia y Brasileia, fronterizas con Bolivia.
«Fueron más de 1.100 migrantes que entraron los últimos días y eso nos preocupa mucho», comentó el secretario de Justicia y Derechos Humanos de Acre, Nilson Mourao.
Según el comunicado del gobierno estatal, Acre ha invertido 1,5 millones de dólares en la atención de los migrantes y recibió únicamente 325.000 dólares del gobierno federal en ayuda humanitaria desde 2010.
AP