Corea del Norte advirtió a los países que tienen misión diplomática en Pyongyang y que no podría garantizar su seguridad a partir del 10 de abril
SEÚL. Corea del Sur y su aliado Estados Unidos elevaron ayer su nivel de alerta ante la «amenaza vital» que representa Corea del Norte, que estaría a punto de efectuar una o varias pruebas de lanzamiento de misiles coincidiendo con el aniversario del nacimiento del fundador del país, el 15 de abril. El comando integrado de las fuerzas estadounidenses y surcoreanas elevó de 3 a 2 el nivel de alerta -el nivel 1 es sinónimo de guerra, el 4 equivale a tiempos de paz- alegando una «amenaza vital», indicó un responsable militar a la agencia surcoreana Yonhap.
Un lanzamiento de misil puede producirse «en cualquier momento a partir de ahora» declaró el ministro surcoreano de Relaciones Exteriores Yun Byung-Se ante el parlamento, y advirtió a Pyongyang que semejante acto provocaría nuevas sanciones de parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Ese lanzamiento podría coincidir con la visita a Seúl del Secretario de Estado estadounidense John Kerry y del jefe de la Organización del Tratado del atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, que llegarán a la capital surcoreana el viernes.
El régimen norcoreano, ignorando las advertencias de China, su vecino y aliado, desplegó la semana pasada en su costa oriental dos misiles Musudan, con un alcance teórico de 4.000 kilómetros, es decir con capacidad para llegar hasta Corea del Sur, Japón o la isla estadounidense de Guam. La inteligencia militar surcoreana afirma que el Norte está dispuesto a efectuar un disparo que podría producirse en torno al 15 de abril, día de nacimiento del fundador de la República Democrática Popular de Corea, Kim Il Sung, muerto en 1994.
Japón también se declaró ayer en «estado de alerta» para interceptar cualquier misil que amenace su archipiélago. La víspera, misiles Patriot habían sido desplegados en el centro de Tokio y en torno a la capital. Pyongyang, furioso tras la nueva serie de sanciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas después del ensayo nuclear de febrero y de las actuales maniobras militares entre Estados Unidos y Corea del Sur, ha multiplicado en las últimas semanas las declaraciones guerreras y amenazantes. También molesta por la reacción de parte de la comunidad internacional, que califica sus amenazas de pura retórica, Corea del Norte ha subido el tono con amenazas de guerra «termonuclear» y aconsejando a los extranjeros en que abandonen el país.
Riesgo de «situación incontrolable»
Corea del Sur y sus aliados occidentales dudan de las intenciones reales del joven dirigente norcoreano Kim Jong Un, que aún no tiene 30 años y sucedió a su padre Kim Jong Il, tras la muerte de éste en diciembre de 2011. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró este miércoles desde Roma que el nivel de tensión era «muy peligroso». «Un pequeño incidente provocado por un mal cálculo o un error de juicio podría crear una situación incontrolable», dijo Ban.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, también advirtió del peligro de «maniobras militares» en la península coreana. «Nadie tendría que asustar a los demás con maniobras militares y hay muchas posibilidades de que volverá la calma», dijo Lavrov, que participó este miércoles en Londres en una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G8.
Corea del Norte ya había advertido a los países que tienen misión diplomática en Pyongyang que no podría garantizar su seguridad a partir del 10 de abril. Pero la Unión Europea dijo el miércoles que no tiene previsto evacuar sus legaciones diplomáticas ni en Pyongyang ni en Seúl. «A pesar de las tensiones actuales, que Corea del Norte intenta aumentar deliberadamente a través de una retórica agresiva, consideramos que la situación no justifica la evacuación», dijo un portavoz de Catherine Ashton, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea.
Ayer, el puesto fronterizo más importante puesto chino con Corea del Norte, en Dandong (noreste), estaba cerrado a los turistas, indicó un responsable de aduanas de esta ciudad, aunque la frontera seguía abierta para los negocios. Pyongyang había retirado el martes a los 53.000 empleados norcoreanos que trabajan en el complejo industrial intercoreano de Kaesong, ubicado en su territorio, y cuyo acceso está prohibido desde el 3 de abril los trabajadores surcoreanos.
Agencias