Este mes se cumplen 11 años de los sucesos del 11 de abril en los que fallecieron 19 personas durante la manifestación opositora que intentó llegar a Miraflores. También se cumplen 9 y 10 años de la detención de los tres comisarios y los 8 policías que fueron sentenciados en abril de 2009 como autores de las muertes de dos activistas que murieron en Puente Llaguno y por lesiones a un grupo de víctimas que fueron calificadas como homicidio en grado de frustración.
Todos recuerdan los nombres de Iván Simonovis, Lázaro Forero y Hernry Vivas, estos dos últimos con medidas alternativas por padecer de graves enfermedades. Sólo Simonovis permanece recluido en Ramo Verde. Pero poco se conoce del padecimiento de 8 funcionarios policiales que por una mala jugada del destino han perdido 10 años de su vida, sus carreras y sus vidas personales por encontrarse en el lugar y un momento desafortunado. Ellos fueron seleccionados como los autores materiales de dos muertes y lesionados ocurridas en la avenida Baralt y sentenciados por la juez Marjorie Calderón. Sus sentencias de hasta 30 años, se basaron fundamentalmente en fotografías y videos en las que los funcionarios aparecen con sus armas de reglamento. Dos de ellos lograron salir en libertad luego de 7 años presos.
Erasmo Bolívar, Luis Enrique Molina Cerrada, Arube Pérez Salazar, Julio Rodríguez, Héctor Rovaín, y Marcos Hurtado, son los culpables necesarios de unas muertes que nunca pudieron ser comprobadas. Las experticias practicadas en sus armas, las investigaciones llevadas a cabo, las referencias documentales y los testimonios, corroboraron la inocencia de estos policías, que según la confesión del propio magistrado Aponte Aponte, fue una orden directa del presidente Hugo Chávez. Algunos de ellos padecen enfermedades graves y esperan medidas alternativas humanitarias.
ElUniversal