La primera casa a tamaño natural de la famosa muñeca Barbie, que abrirá sus puertas el próximo 16 de mayo en pleno centro de Berlín, sigue rodeada de controversia por los valores y el modelo de mujer que transmite, como quedó demostrado hoy en una visita previa para la prensa.
Mientras los organizadores comunicaron hoy que esperan atraer a hasta 10.000 visitantes por semana en la futura «Casa de ensueño de Barbie» («Barbie Dreamhouse»), los opositores a este proyecto anunciaron su intención de convocar a través de la red social Facebook una protesta pacífica para el día de la inauguración.
«La casa transmite un modelo de mujer en el que cocinar, maquillarse y cantar ocupan un lugar central», afirmó Michael Koschitzki, de las juventudes del partido La Izquierda.
Por su parte, la portavoz del grupo juguetero estadounidense Mattel, Stephanie Wegener, argumentó en contra que «las muñecas Barbie representan roles diferentes».
En este sentido, aludió a diversas ediciones de la muñeca, en las que Barbie, lanzada al mercado hace 54 años, aparece representada por ejemplo como piloto o candidata presidencial y «por lo tanto adopta un rol pionero que sirve de modelo a las niñas», subrayó.
En sólo 33 días, los visitantes de la primera «Casa de ensueño de Barbie», ubicada en la concurrida plaza Alexanderplatz berlinesa, podrán sumergirse en una superficie de 2.750 metros cuadrados en el mundo color de rosa de esta popular muñeca.
El público podrá recorrer no sólo las distintas estancias de la casa gracias a la tecnología moderna y probarse digitalmente la ropa de Barbie con la ayuda de pantallas o pulseras provistas de un chip, sino también asistir a pasarelas y talleres de moda.
«La forma de jugar cambia», indicó la portavoz del fabricante Mattel, quien agregó que los niños hoy en día están expuestos a numerosas experiencias vinculadas a la tecnología y ya no están únicamente interesados en el juguete en su concepción clásica.
La casa de Barbie, que podrá visitarse previsiblemente hasta el próximo 25 de agosto previo pago de 15 euros por adulto y 12 euros por niño, viajará después a otras ciudades alemanas.