Entre otros honores, recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1970 y tres premios Oscar: uno como mejor banda sonora y otros dos de carácter honorífico
“A fin de cuentas, todo es un chiste”, por eso, “Nunca te olvides de sonreír porque el día que no sonrías será un día perdido”. Ambas frases forman parte del pensamiento de Charles Spencer Chaplin, considerado un símbolo del humorismo y del cine mudo.
Chaplin fue un actor cómico, compositor, productor, director y escritor británico que adquirió popularidad gracias a su personaje Charlot en múltiples películas del período mudo y hacía el final de la Primera Guerra Mundial era uno de los hombres más reconocidos de la cinematografía mundial.
En 1999, el American Film Institute lo definió como el décimo actor más célebre de todos los tiempos. En el año 2008, el escritor Martin Sieff en su libro Chaplin: una vida, redactó: “Chaplin no era solo un grande, era gigantesco”. George Bernard Shaw lo llamó “El único genio de la industria del cine”.
Otro de los méritos adjudicados a Chaplin es que haya tenido la capacidad de realizar humor durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, la Gran Depresión y el período dictatorial de Adolf Hitler, ya que dio entretenimiento a una gran cantidad de personas que sufrían las privaciones propias de la guerra y la pérdida de sus familiares.
Más que una comedia
Charles Chaplin nació en Londres el 16 de abril de 1889. Su padre, era un actor de origen judío y un virtuoso del violonchelo, pero era alcohólico, abandonó a sus hijos y murió muy joven. Su madre, cantante y bailarina, era una actriz de poca monta, también alcohólica que se hizo cargo de los dos hijos, Sydney y Charles.
Charles sustituyó a su madre en el teatro un día en que esta se puso afónica. Charles sólo tenía cinco años, pero tuvo un éxito tan memorable que, desde ese día actuó él y dejó de hacerlo su madre, lo que le permitió en pocos años hacerse con una gran capacidad interpretativa para la comedia y la mímica.
Su vida fue de extrema pobreza y se ganaba la vida cantando y haciendo mímica por las calles de Londres. A partir de los 12 años trabajó en varias compañías teatrales hasta que llegó a Estados Unidos enrolado en la troupe cómica londinense de Fred Karno.
En la nación norteamericana, lo vio actuar el productor Mack Sennett, jefe de la Keystone, que percibió inmediatamente su talento y lo llevó con él a Chicago y a California. Rodó decenas de películas para Sennett hasta que comenzó a filmar sus propias películas.
Casi desde sus comienzos, creó el famoso personaje del vagabundo, conocido como Charlot, que le hizo mundialmente famoso, debutando en 1914 en la película Ganándose el Pan. El mismo Chaplin dio a su personaje del vagabundo, el vestuario y el maquillaje que lo identificaba: las botas eran tan grandes que para llevarlas se las tenía que colocar en el pie que no correspondía, unos inmensos pantalones, un sombrero de hongo, una estrecha chaqueta y un bastón que hacía tiempo Chaplin manejaba con soltura.
Durante 1914 rodó 35 cortometrajes, entre ellos Todo por un Paraguas, Charlot en el Baile y Charlot y el Fuego, sin embargo, las películas más destacadas de Chaplin fueron La quimera del Oro (1925), Luces de la Ciudad (1931), Tiempos Modernos (1935) y El Gran Dictador (1940).
Sus técnicas al momento de filmar incluían slapstick, mímica y demás rutinas de comedia visual. Desde mediados de la década de 1910 dirigió la mayoría de sus películas, para 1916 también se encargó de la producción y desde 1918 compuso la música para sus grandes obras. En 1919, en colaboración con Douglas Fairbanks, David Wark Griffith y Mary Pickford, fundó la United Artists.
A lo largo de su vida, Chaplin recibió múltiples reconocimientos y nominaciones. Recibió el premio Oscar Honorífico en 1928 y 1972, fue candidato al premio Nobel de la Paz en 1948, fue distinguido con la Orden del Imperio Británico en 1956 y se colocó una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1970.
En 1952, luego de una serie de problemas políticos que lo involucraban con el comunismo y con la realización de actividades antiestadounidenses, debió exiliarse en Suiza, donde pasó el resto de su vida. Si bien la cantidad de producciones que realizaba para aquella época había disminuido, filmó Un Rey en Nueva York y La Condesa de Hong Kong, sus últimos trabajos más sobresalientes.
Chaplin estuvo en pareja en cuatro oportunidades (con Mildred Harris, Lita Grey, Paulette Goddard y Oona O’Neill) y se le atribuyeron noviazgos con otras ocho actrices de su época. Tres de sus hijos, Josephine, Sydney y Geraldine, también se dedicaron al espectáculo.
Charles Chaplin falleció, rodeado por sus hijos, nietos y su última esposa, Oona, hija del gran dramaturgo estadounidense Eugene O’Neil, en su casona suiza de Vevey, en la Navidad de 1977.
A lo Hitler
La primera película hablada de Charles Chaplin, El Gran Dictador (1940), significó un acto de desafío contra el nazismo. Fue filmada y lanzada un año antes de que Estados Unidos entrara en la Segunda Guerra Mundial. Chaplin interpretó el personaje de Adenoid Hynkel, el dictador de Tomainia, inspirado en el dictador alemán Adolf Hitler, que era en la vida real cuatro días más joven que Chaplin y tenía un bigote similar
Edda Pujadas
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