CARACAS.- El plan para dar un golpe de Estado, tal como sucedió el 12 de abril de 2002, no ha cesado en Venezuela, pues esos mismos dirigentes que lideraron esa acción hace 11 años son quienes hoy pretenden llegar al poder, sostuvo el gobernador del estado Guárico, Ramón Rodríguez Chacín.
Entrevistado por Venezolana de Televisión, comentó que lo sucedido el 12 de abril de 2002 y lo que se está viviendo actualmente con la derecha venezolana tienen una clara línea de conexión.
«Esa oligarquía es la misma que ha seguido insistiendo y está volviendo en este momento a tratar de tener el control del gobierno para llegar al poder, y esa oligarquía es fascista», señaló.
Rodríguez Chacín manifestó que se trata de un plan hegemónico de Estados Unidos (EEUU), que pretende ejecutar a través de la derecha venezolana, representada por el candidato de la llamada Mesa de la Unidad Democrática, Henrique Capriles Radonski, por ello esperan asuma el poder para poder controlar la región y Venezuela.
Denunció que en 2002 el antichavismo recibió instrucciones directas del entonces embajador de Estados Unidos en Venezuela, Charles Shapiro, situación que, a su juicio, se repite actualmente con el aspirante de la derecha, quien viaja a Florida, Nueva York, y Bogotá, Colombia, con ese mismo propósito, como parte de la componenda internacional para la hegemonía estadounidense en la región.
Dijo que hace 11 años quedó clara la lucha hegemónica estadounidense a través de la derecha venezolana.
«Ese día llegamos al punto de ruptura, se dejó bien expuesta esa hegemonía o dominación que Estados Unidos pretende sobre la región y el rol que jugaba el pacto de Punto Fijo, que ese día se rompió», añadió.
Rodríguez Chacín recordó que, ante el derrumbe de los partidos políticos que firmaron el pacto de Punto Fijo, el imperio estadounidense decidió a finales de los años 90 que la derecha asumiera el control y en las elecciones trató de imponer a representantes de la oligarquía para que accedieran al poder, pero fracasaron en su intento.